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ra es consistente, como Baildon y Damico reconocen, con cuerda López, la emergencia climática es una crisis políti-
las propuestas de autores como Prádanos, quien en su libro ca y social (2). Según López, “eco-citizenship” —es decir,
Postgrowth Imaginaries y en numerosos ensayos viene abo- la ciudadanía ecológica— debe incorporar comportamien-
gando por una práctica educativa que produzca narrativas, tos eco-éticos y prácticas culturales que promuevan valo-
vocabularios y visiones alternativas para un futuro que deje res ecológicos a nivel social, económico y ambiental (29).
atrás la petromodernidad. Como Prádanos declara en la in- El concepto de alfabetización ecomediática se convierte así
troducción de Postgrowth Imaginaries, “our best chances lie no solo en el objetivo prioritario de la enseñanza del cine
in imagining, creating, and supporting postcapitalist and y de los medios de comunicación, sino que se erige como
decolonial economic cultures in which social equality and un imperativo moral y una meta política irrenunciable e
ecological diversity are prioritized over any other cultural impostergable. Esto significa que toda pedagogía (no solo
values” (“más nos vale imaginar y apoyar culturas económi- la pedagogía ecomediática y ecocinemática) debe ser eco-
cas postcapitalistas y descoloniales que den prioridad a la pedagogía, es decir, debe reconocerse como una actividad
igualdad social y la diversidad ecológica”; mi traducción; 4). inseparable de, y comprometida con el planeta; debe ser
De nuevo el libro Ecomedia Literacy de Antonio López crítica, descolonizadora, y denunciar las narrativas estable-
nos ayuda a seguir indagando en esta dirección. A partir de cidas que ocultan, naturalizan o justifican el ecocidio; debe
su definición de ecomedia, López desarrolla su concepto rebasar el ámbito académico y convertirse en una fuerza de
de “ecomedia literacy”, esto es, alfabetización ecomediáti- transformación social y cultural. No es casual que un autor
ca. El planteamiento es tan simple como contundente: ante afín a este planteamiento, David Buckingham, haga suyo,
el urgente y unánime llamamiento de la comunidad cientí- en The Media Education Manifesto, el icónico dictum del
fica a descarbonizar totalmente la economía mundial para Manifiesto Comunista cuando declara que el objetivo no es
2030 si queremos evitar un impacto climático catastrófico, solo interpretar el mundo, sino cambiarlo (cit. por López
López se pregunta qué puntos requieren nuestra máxima 3). Toda pedagogía es política, y toda política es política
prioridad como educadores mediáticos para que podamos ambiental porque construye visiones del mundo y modos
contribuir a un sistema ecomediático justo, sin combus- de vida; si un programa académico oscurece u oculta los
tibles fósiles y ecológicamente sano. En la medida en que problemas socioambientales, esa ocultación es en sí mis-
la emergencia climática supone una amenaza existencial, ma un acto político (López 29). En esta tarea, la pedagogía
es necesario expandir la metodología y los programas aca- ecomediática debe ir de la mano del activismo y del perio-
démicos para integrar una conciencia ecológica en nuestra dismo independiente. Por decirlo de otro modo, la peda-
enseñanza, lo cual conlleva desarrollar la noción de “eco- gogía crítica debe convertirse en una forma de activismo. Y
ciudadanía” o “ciudadanía ecológica” porque, como nos re- no estará de más recordar que, a su vez, el activismo —un
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Revist a de al ce s XXI Número 7 , 2025

