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te de emergencia ecosocial; así, reflexiona sobre la “huida” del tas conceptuales útiles para la práctica ecopedagógica en
refugiado climático o de las especies que escapan de la des- diversos contextos educativos” (303). Este glosario es una
trucción ecológica asociada al extractivismo. Pero hay más, contribución singular, pues en cierto modo rompe con la
pues “La fuga no sólo constituye el objeto de estudio sino división entre artículos académicos y ensayos creativos de
también la forma del análisis descolonial. La libertad meto- la Revista de ALCESXXI. Con todo, nos parece un compo-
dológica se genera gracias a una negación fugitiva del orden nente esencial en un monográfico dedicado a la ecopedago-
hegemónico” (282). Trevathan fija como objetivo deseable la gía, habida cuenta de la importancia de una aproximación
fuga hacia los espacios comunitarios que devienen refugio, y crítica y transformadora al lenguaje como condición de po-
donde es posible practicar la solidaridad e imaginar formas sibilidad para imaginar futuros ecológica y socialmente de-
de organización económica y social alternativas. Usando una seables. El glosario, un proyecto en desarrollo que preten-
variedad de textos que incluyen poesía, cuentos, ensayo o po- de continuar creciendo colaborativamente y resultar en una
dcasts de reportaje periodístico, el autor propugna un enfo- publicación independiente, incluye algunos términos clave
que docente y analítico que califica de “contrapunteo” (277), para la ecoalfabetización y el activismo ecosocial: desde aque-
dedicado a la desestabilización de los binarismos dicotómicos llos que deben problematizarse y diseccionarse críticamen-
que ayudan a consolidar las lógicas extractivistas y coloniales, te, como competición y progreso —por Carlos Manuel Gá-
así como las del discurso racista y xenófobo contemporáneo. mez Pérez— o desarrollo sostenible —por David Delgado
No obstante, Trevathan argumenta que las estudiantes de- López—, a otros que deben ser expandidos y adquirir un rol
ben abordar estos fenómenos desde una perspectiva históri- prominente en la actividad docente y en toda ecopedagogía
ca y comparativa para “formar constelaciones, estableciendo que se precie, como cuidado(s) —por Irene Domingo San-
vínculos históricos y analíticos entre épocas y geografías va- cho—, o Buen Vivir e imaginación —por Christine Martí-
riadas” (281). Algunos otros aspectos fundamentales de esta nez—. Más allá de la riqueza de las reflexiones teóricas que
pedagogía son la escucha de las voces tradicionalmente silen- contienen, las entradas del glosario y sus bibliografías aso-
ciadas y oprimidas, el trabajo de reelaboración del lenguaje ciadas son un recurso de aplicación inmediata a la práctica
para nombrar y crear un mundo nuevo, o la necesidad de re- pedagógica, pues pueden inspirar desde actividades específi-
ponerse de la desesperanza y la tristeza y alcanzar el empode- cas en un curso de lengua a la estructuración temática de un
ramiento a través de la organización. seminario avanzado sobre humanidades medioambientales.
Christine Martínez y Daniel Ares López coordinan el tra- Vera Coleman entrevista a Juan Carlos Galeano acerca de
bajo de un grupo más amplio de autoras que contribuyen a su segunda incursión como director y productor, el docu-
este número especial con un glosario ecopedagógico, cuyo mental El río (2018), y del potencial ecopedagógico de la
propósito no es otro que “proporcionar algunas herramien- cinta, primer proyecto del Observatorio Latinoamericano
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Revist a de al ce s XXI Número 7 , 2025

