Page 389 - Revista7
P. 389

se dirigía a los estudiantes del programa de estudios curato-  mada por un plan urbanístico que prevé la construcción

 riales On Mediation ofrecido por la Universitat de Barcelo-  de cientos de viviendas. Observamos el impacto visual de

 na. La mayoría de los participantes tenía vinculación con el   las obras que se encontraban en su fase inicial y la desapa-


 campo del arte contemporáneo y la historia del arte, pero   rición del suelo agrícola bajo la maquinaria y el cemento.

 también había estudiantes de venían de otros ámbitos dis-  Aquí, de la mano de Andrea Conte, activista de la platafor-

 ciplinares (ciencias políticas, antropología, etc.). Decidimos   ma Ni un Pam de Terra, pudimos conocer las luchas ciuda-

 centrar nuestra reflexión sobre la idea de flujo como fuerza   danas para la defensa del territorio del delta en contra de la

 transformadora y clave de lectura del entorno. Los ecosiste-  ampliación del aeropuerto y otros macroproyectos urbanís-


 mas húmedos del delta han sido moldeados durante miles   ticos. Atravesamos también los campos del Parque Agrario

 de años por los flujos y ciclos del agua y por la aportación   del Baix Llobregat —una figura de protección creada a par-

 de sedimentos fluviales. El delta, además, forma parte de los   tir de las movilizaciones históricas del colectivo de payeses

 recorridos transitados por miles de aves migratorias entre   de la zona— que engloba un conjunto de espacios agrícolas


 el continente africano y el norte de Europa. La agricultu-  dedicados sobre todo a la horticultura. Observamos la tran-

 ra también depende de la riqueza hídrica de este ecosistema   sición del espacio urbanizado al agroecosistema, apreciando

 repartida mediante infraestructuras de riego de gestión co-  los cambios relacionados con la calidad del aire, los colores,

 lectiva. Conectamos metafóricamente estos fenómenos con   las texturas, los olores y las formas de vida que habitan el


 los flujos de la economía capitalista y observamos su rela-  lugar. Aprendimos acerca de los diferentes cultivos de tem-

 ción con el territorio de referencia: pensamos, por ejemplo,   porada y estudiamos el sistema de acequias que alimenta

 en los movimientos comerciales de mercancías que caracte-  los campos. Reflexionamos acerca del patrimonio agrícola

 rizan el puerto y el aeropuerto, en los flujos de turistas o de   del pueblo del Prat de Llobregat y sobre la importancia de


 población desplazada por la gentrificación de Barcelona, en   la agricultura periurbana para la defensa de la soberanía ali-

 los flujos de capital o de residuos, entre otros. Nos pregun-  mentaria y la protección de la biodiversidad. Además, en-

 tamos: ¿cómo impactan los movimientos turísticos, de pro-  fatizamos el papel de las movilizaciones ciudadanas y de

 ductos o de población sobre los ciclos naturales del delta?   la actividad agrícola como espacios de resistencia y activis-


 ¿Qué transformaciones producen? ¿Qué dinámicas y des-  mo para la conservación del delta como sistema biocultu-

 igualdades estructurales reflejan?   ral vivo. Al mismo tiempo, debatiendo acerca de la posible

 Después de esta breve introducción, iniciamos nuestro   pérdida de suelo fértil, hablamos de las múltiples formas en

 itinerario en proximidad del Área Residencial Estratégica   las que los elementos bióticos o abióticos que conforman el


 Eixample Sud (El Prat de Llobregat), una zona tradicio-  suelo cuidan de los humanos y del bienestar del ecosistema

 nalmente agrícola que en los próximos años será transfor-  en general (Puig de la Bellacasa).






 388                                                                                                          389
 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  7 , 2025
   384   385   386   387   388   389   390   391   392   393   394