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they were killed” (Nixon “Indigenous Forest Defenders”).   blocks airways, rips muscle, extracts organs, cracks bones,

 Nixon recalca el fenómeno del martirio anónimo, cuyo va-  breaks teeth. You must never look away from this” (“expul-

 lor —según la lógica extractiva del Capitaloceno— cuenta   sa cerebros, bloquea las vías respiratorias, desgarra los mús-


 menos que la madera que se cultiva ilegalmente (Ibid). Por   culos, extrae órganos, fractura los huesos, rompe los dien-

 un lado, hay que estudiar las cifras históricas y actuales para   tes. No debes apartar nunca la mirada de esto”; mi trad.;

 tratar de entender la escala de esta epidemia de violencia. Al   “Indigenous”). Por un lado, como hacen las ONG dedica-

 mismo tiempo, se necesitan historias e imágenes para reani-  das al tema, una actividad clave es el mapeo de los críme-

 mar las cifras. Nixon comenta:   nes mismos, tratando de documentar cada asesinato, apun-


         tando los nombres de lxs fallecidxs cuando se conozcan.

         Por el otro lado, como ya señalan Nixon y Coates, otra ac-


 To bring numbers to life, we need ever more inventive forms of   tividad principal —especialmente de las humanidades am-

 testimony that can infuse disembodied data with a bodily im-  bientales— es (re)leer y analizar las historias e imágenes que

 mediacy. How can story and image complement statistics with   enfatizan la corporalidad y las vidas de los mártires. En el
 the quite different powers of nondata-driven knowledge? How   caso de Berta Cáceres, prestamos atención a la actualidad

 can we summon the creative energies of witnessing to bring to   de su historia, lo cual permitió analizar mejor el fenóme-

 the metrics of environmental suffering a granular specificity?

 (“Indigenous”)  no de los megaproyectos y su impacto socio-ecológico en
         América Central. En julio de 2021, justo antes del semes-

         tre cuando se enseñaba la lección, un hondureño de la éli-

 Para dar vida a los números, necesitamos formas de testimonio   te del país, David Castillo, fue sentenciado por ser “coau-

 aún más imaginativas que puedan dotar a los datos incorpóreos   tor intelectual” del asesinato de Cáceres. La sentencia nos

 de una inmediatez corpórea. ¿Cómo pueden historia e imagen   dio una oportunidad de discutir el significado de justicia en

 complementar a las estadísticas, aportando los muy distintos   este contexto, y cómo se debe interpretar el legado de Cáce-
 poderes del conocimiento que no se basa en los datos? ¿Cómo

 se invocan las energías creativas de la presencia y el testimonio   res como activista y como persona, escuchando a sus fami-

 para aportar una especificidad granular a los indicadores del su-  liares y sus amigxs, teniendo en cuenta su mensaje central:

 frimiento ambiental? (Mi trad.)   “Berta no murió. Berta se hizo millones”.

             Durante esa misma lección, citamos al famoso lema de

         Joe Hill, cuando gritó justo antes de su propia muerte: “¡no

 Respondiendo a sus propias preguntas, Nixon cita al es-  lloren por mí, organícense!” Dada la experiencia chocante

 critor estadunidense Ta-Nehisi Coates cuando describe “la   de estudiar tantas historias llenas de muertes y traumas, les


 experiencia visceral” del racismo, la cual “dislodges brains,   ofrecí a mis estudiantes otra formulación del refrán clásico:






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  7 , 2025
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