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Pero Barral también asocia a su padre con el mar, una aso- dre sino de la cultura catalana del momento. Este rechazo,
ciación curiosa, como señala Casas Aguilar, porque el mar como en el caso de Goytisolo, se representa en algunas de
suele ser un símbolo femenino. En este caso, sin embar- las obras de Moix como un rechazo al cuerpo paterno. Otra
go, Barral marginaliza lo femenino y lo materno para darle vez existe una ambivalencia en la representación del padre
prioridad a una nostalgia por el padre. Barral siente un do- porque Moix reconoce que su conexión con el libro y la cul-
ble vínculo con el padre, dado que hereda la casa editorial tura nacen por vía paterna, pero Moix contrasta a su padre,
de este y se siente obligado a asumir el mando del negocio. un hombre inculto y de clase obrera, con su padrino, un
Como dueño de Seix Barral y Barral Editores, Carlos Barral hombre gay y culto. Aunque Moix aprende el catalán y la
promulgaba obras disidentes del franquismo y más tarde cultura catalana de su padre, esta herencia cultural está con-
obras del Boom latinoamericano. Finalmente, Casas Agui- taminada por el sexismo y la homofobia latentes del padre.
lar analiza la elección de Barral —y esta vez sí es una elec- En el capítulo cinco, Casas Aguilar se desvía un poco al
ción— de escribir sus últimas obras en catalán, una lengua incluir a la única autora femenina de su análisis, Clara Ja-
que finalmente reconoce como lengua literaria. nés, otra heredera de una casa editorial. Explica que la ma-
En el capítulo cuatro, Casas Aguilar analiza las obras au- nera en que Janés representa el catalán frente al castellano
tobiográficas de Terenci Moix, El cine de los sábados (1990), en sus obras autobiográficas, Jardín y laberinto (1990) y La
El beso de Peter Pan (1993) y Extraño en el paraíso (1998), voz de Ofelia (2005), también difiere de los autores que la
todas también publicadas bajo el título El peso de la paja. preceden en el libro. Mientras que Goytisolo, Barral y Moix
A diferencia de Goytisolo y Barral, Terenci Moix alternó la escriben sobre el catalán usando el castellano, Janés inter-
publicación de obras en catalán y en castellano, y fue cri- cala fragmentos de catalán y a veces otros idiomas en tex-
ticado cuando eligió el castellano y acusado de escribir en tos escritos mayoritariamente en castellano. En Jardín, Ja-
este idioma por razones económicas. Sin embargo, Casas nés revisita la muerte inesperada de su padre en 1959 en un
Aguilar demuestra las complicaciones para Moix a la hora accidente automovilístico cuando Janés tenía 18 años. En
de escribir en una lengua u otra. Si el catalán fue margina- esta obra, Janés propone recobrar el pasado y a su padre y,
lizado por el franquismo, el catalán del padre de Moix tam- al hacerlo, establece su propia voz como autora; el catalán
bién participaba de la marginación del hombre gay. Casas en esta obra representa momentos de alegría para las muje-
Aguilar traza la biografía de Moix, también de una familia res de la familia, pero también momentos de gran tristeza
bilingüe. En este caso, el catalán una vez más se asocia con como el grito de la madre cuando le comunican la noticia
el padre, pero la relación conflictiva entre Moix y su pa- del accidente.
dre establece una tensión entre Moix y la lengua paterna. En La voz de Ofelia, Janés explora su relación con el au-
Moix rechaza el machismo y la homofobia no solo de su pa- tor checoslovaco, Vladimir Holan, un hombre de 35 años
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024