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nal, porque se enmarca dentro de lo que se llamó el 15-M, tre los cuales destaca Monos como Becky (1999) y De nens
el movimiento de los “indignados” en España que surgió en (2003); de ellos resalta la invocación a una historia secreta,
2011. Este movimiento representó según Germán Labrador oculta, que emerge y se reelabora en el presente (612). Así,
Méndez “la crítica de la política a través de la estética” (27). delimita el concepto foucaultiano de la biopolítica de la in-
El autor anota que en mayo del 2011 se abrió una tempo- tervención sobre el cuerpo social a la intervención sobre el
ralidad nueva en el rechazo cívico a un orden que no supo cuerpo biológico para asegurar su docilidad social (612).
gestionar la crisis mundial del 2008 y sus repercusiones en Para el crítico, este cine es un momento liminar de la resis-
España. El 15-M como evento no puede entenderse sin esa tencia ante el capitalismo. Este cine es una forma de descu-
explosión de nuevas voces que someten a crítica y desdo- brir qué tipo de crítica es posible en las sociedades capitalis-
blan las formas de comunicación políticas constituidas. Su tas de fines del siglo XX y principios del XXI, en las que “el
lenguaje, desde el primer momento es performativo, y se poder se ejerce de forma difusa y a través de instituciones
enfoca abiertamente en la producción activa de una tempo- que a menudo dicen actuar procurando nuestro bienestar”
ralidad nueva, con proclamas del tipo: “La revolución ya ha (609). Benavente hace hincapié en estas nuevas formas do-
comenzado” o “Nobody expected the Spanish revolution” o cumentales que escapan de hacer una muestra política ex-
“Ya ha empezado”, forzando así que se produzca un evento plícita. El modo de posicionarse políticamente es a través
político que no formaba parte, hasta entonces, del imagina- de indagar el punto de vista de sus personajes: la visión de
rio político democrático (Labrador Méndez 21-22). Al vi- ellos ataca la normalización que la sociedad impone. Es de-
sibilizar otras subjetividades, Ballús realiza su gesto político cir, su posicionamiento político no se manifiesta en retra-
que la relaciona con la tradición de los documentales cata- tar obreros ni luchas sindicales, sino en pensar al cine y al
lanes contemporáneos. documental como un ensayo. Según su punto de vista, el
Fran Benavente reflexiona sobre las rupturas y reemer- cine documental es sutilmente político debido a una pecu-
gencias de lo político como energía crítica en los documen- liar forma de articular las imágenes. Se rememora mediante
tales de fines del siglo XX y principios del XXI. Sobre todo, figuras esquivas —los zapatos de las prostitutas de Barcelo-
se pregunta cómo se regresa a un cierto tipo de documen- na o imágenes de la ciudad de Caracas, por ejemplo— que
tal político con tintes sesentistas y setentistas, establecien- se muestran como personajes “fantasmales, disidentes, limi-
do paralelos entre las prácticas documentales del 68 —por nares, espontáneos, que plantean la política como proyec-
ejemplo, el cine político de Jean Luc Godard— y los do- to vial y creativo” (620). Así, lo político se declina entonces
cumentales hechos en España desde finales del siglo XX y como “problema de exposición de los pueblos, de los traba-
principios del XXI. El autor se detiene a pensar el cine do- jadores (…) como apropiación de una palabra o una ima-
cumental de Joaquim Jordà analizando diversos filmes, en- gen que corresponda a una experiencia propia, no delimita-
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024