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El documental de creación se articula como un modo de   ción”, puesto que los personajes, sus trabajos, sus entornos,

 representación de la realidad (González Wonham 37-38).   sus preocupaciones, son todas reales (98). De hecho, los cin-

 En La plaga de Neus Ballús, muchas situaciones, elemen-  co personajes del documental reproducen sus días delante de


 tos, personajes parecen ficcionales, pero son parte de la rea-  la cámara, sin cambiar lo que ellos hacen diariamente. 

 lidad que se retrata. En El productor accidental, Pau Subirós   Jaume Martí-Olivella estudia La plaga (2013) dentro de

 explica que uno de los grandes debates sobre el film fue si   lo que denomina el “nuevo cine catalán de autor”. En “Cata-

 era o no un documental. Por un lado estaban los que defen-  lan Cinema: An Uncanny Transnational Performance” ana-

 dían una mayor libertad formal, donde se pone acento en   liza un conjunto de obras que agrupa dentro de ese rótulo.


 la existencia de un punto de vista original por parte del au-  Este nuevo cine narra “the story of a new Catalan Cinemat-

 tor; contra aquellos que están en contra del uso de “estrate-  ic idiom, conceived as a micro-cinema, whose existence on

 gias de filmación que alteren excesivamente la realidad que   the global screen seems to depend on its capacity to recre-

 se pretende filmar” (97), Subirós ataca ambas posturas, que   ate Catalan culture’s own in-between and transnational lo-


 considera ingenuas, ya que en todo documental, por más   cation” (“la historia de un nuevo lenguaje cinematográfico

 objetivo que se pretenda, existe una cierta intervención —  catalán, concebido como un microcine, cuya existencia en la

 en las preguntas que se hacen, en poner el micrófono o el   pantalla global parece depender de su capacidad para recrear

 ángulo desde donde se filma— y, por otro lado, llamarlo de   la propia ubicación intermedia y transnacional de la cultura


 “creación” al final se usa como sinónimo de autobiográfico   catalana”; mi trad.; “Catalan” 203). El nuevo idioma del do-

 (97). De esta manera, Subirós plantea qué entiende, enton-  cumental catalán se caracteriza, entonces, por su “minima-

 ces, por “documental catalán de creación”:  lisme, la poliglòssia i la transnacionalitat” (“minimalismo, la

         poliglosia y la transnacionalidad”; mi trad.; “El nou” 135).



 es un relato en el que el director interpreta un papel protagonis-  Martí-Olivella ubica la cinta de Neus Ballús dentro de la co-
 ta. Que conste que no tengo nada contra la autobiografía (…)   rriente del ámbito del ya mencionado documental. Ballús

 pero creo que lo autobiográfico jamás debería considerarse un   se sitúa generacionalmente entre los aprendices de Joaquim

 atributo innegociable para acceder al reino documental, como   Jordà y José Luis Guerín, quienes marcaron un antes y un

 mucha gente termina por creer. (97)  después en la historia del documental catalán. Siguiendo los


         pasos de los maestros, Martí-Olivella destaca lo que piensa

 La plaga no encajaba en ser un documental tradicional   del legado para los jóvenes documentalistas:

 pero tampoco en ser un “falso documental”, ya que lo que se

 filmaba era “real”. Finalmente, Subirós piensa que quizás la   Tal com ho feren aquestes dues grans pellícules, l’obra de la


 mejor manera de definirlo es utilizando aquello de “falsa fic-  majoria d’aquests nous documentalistes s’articula a partir de la






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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