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gicas y dinámicas propias de capital económico y financiero   po, de todos hacia la prostituta. Como sostiene Valdivia, es-

 tanto como de capital simbólico. De ahí que las narraciones   tos procesos de renovación en las formas de narrar la crisis,

 culturales de esta coyuntura de crisis y de renovación habi-  demuestran cambios en las relaciones sociales donde:


 liten no sólo espacios de resistencia y de consumo diversos

 o propicien la posibilidad de ámbitos discursivos alterna-

 tivos, sino que además construyen y describen la realidad   nos encontramos ante un “futuro posible” en el que se visibili-

 cognitiva en la que la sociedad española se inscribe social e   za el sujeto-precario y que es sometido a un proceso de redefini-

 intelectualmente (22). De esta manera, en esta época con-  ción donde el “espectro” del becario pasa de la periferia a ocu-


 vulsionada, los personajes ficcionales se enfrentan a lo que   par un lugar central como líder de una ecoaldea. La ecoaldea es

 Valdivia denomina “proceso de visibilización como sujetos   el resultado de un proceso de renovación social surgido como
                reacción a la crisis financiera del 2008 y al mismo tiempo supo-
 históricos” (24). Esta historicidad que se intenta trazar, arti-  ne una nueva propuesta de articulación del imaginario colectivo

 cula y pone de manifiesto aquello en lo que están inmersos   y del espacio público. Se trata ahora de un espacio público en


 los sujetos históricos que construyen los textos:   el que el ejercicio de una habilidad que se desempeña en la co-

                munidad es la base de la identidad de cada personaje. La ecoal-
                dea es una forma de organización que bien se puede calificar de

                utópica (…) pero que sin duda produce en el lector un extraña-
 Resulta necesario advertir que esta dinámica no es unidireccio-  miento ante la realidad histórica del mundo por confrontación

 nal sino multidireccional. En otras palabras, los sujetos históri-  e hibridación con el de la realidad ficcional. (30)

 cos no sólo construyen los “mundos posibles” en los que visibi-

 lizan su condición, sino que además toman forma ellos mismos
 como producto de esta interacción. (25)


             Así, se presentan en estas ficciones otros modelos forjados


         en el presente histórico de “desempleo y desigualdad que es

 Esta condición de sujeto histórico resuena en La plaga   especialmente adverso para la población joven en el con-

 (2013) de Neus Ballús, ya que se plantea la identidad de los   texto de la crisis financiera de 2008 con altas tasas de paro”


 personajes inmersos en esa crisis económica, política y so-  (32). Al igual que en estas narraciones, en La plaga (2013)

 cial. El documental discute las repercusiones de la crisis y   se cartografía esa realidad social a la vez que se propone un

 proyecta un sujeto individual que ante las nuevas configu-  modelo de sociedad más justo, ecológico y solidario. El es-

 raciones, se determina como solidario. Se pone de relieve   pacio resuena como identitario y vital en la existencia de los

 la ecología, y movimientos más sustentables. El cariño de   personajes, a la vez que es portador de esperanza. La comu-


 Rose a María, la fraternidad entre los trabajadores del cam-  nidad se presenta como rebelde ante las plagas que acechan. 






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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