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y, como se dijo anteriormente, marcó un cambio cualitativo ha-  constante de los recursos naturales”; mi trad.; “El nou” 139).
 cia grandes proyectos de reestructuración. A nivel ideológico,   El calentamiento global es justamente una consecuencia de

 las Olimpiadas suturaron el abismo que separaba la política ur-  la mano del hombre y su relación con el planeta, sistemáti-

 banística minimalista del primer gobierno socialdemócrata de

 la política maximalista y populista de Maragall y su equipo. In-  ca y desgarradora, y que ahora acecha, como una epidemia

 vocando los Juegos Olímpicos como pretexto, se abrieron calles,   irreparable, a la humanidad. 
 se construyeron circunvalaciones, se levantaron hoteles, prolife-  Además, el documental puede leerse como un tributo a

 raron las instalaciones culturales y deportivas. (Mi trad.)  esta fortaleza vecinal y solidaria, a la vez que remite a una

         de las formas de narrar la crisis en España después del 2008.


         Pablo Valdivia en “Narrando la crisis financiera de 2008


 Aunque se implementaron políticas para hacer de Barce-  y sus repercusiones” señala que la crisis financiera que co-

 lona una ciudad post-industrial, Gallecs siempre resistió a   menzó en 2008 en España fue, además, simbólica. Anota

 esos embates financieros, gracias a la lucha de sus habitan-  que una situación de crisis también implica un momento

 tes. Si de un lado estas ciudades son pensadas y rediseña-  de ruptura, conlleva una renovación y una reconsideración

 das para el consumo capitalista, del otro en La plaga se lu-  de las estructuras sociales, económicas, políticas y culturales


 cha contra ese modelo de consumo y de producción. Como   hegemónicas hasta ese momento. Esta fractura trae también

 aclara Martí-Olivella, el primer nivel metafórico que apare-  una necesaria construcción alternativa de esquemas ideoló-

 ce relacionado con el título y con el espacio, casi irónico, es   gicos y simbólicos con los que una sociedad opera de mane-


 la lucha del campesino Raül por mantener su cosecha eco-  ra colectiva e individual dentro de un contexto determina-

 lógica (se rehúsa a usar productos químicos) ante la plaga de   do (21-22). Por eso Valdivia subraya que la crisis financiera

 la mosca blanca que ataca sus cultivos orgánicos. Esta epi-  de España conforma una crisis también simbólica, donde

 demia se produce precisamente gracias a la terrible sequía   sus ramificaciones y mecanismos discursivos desajustaron la

 que constantemente se señala en la narración. Es un vera-  sociedad española toda, hasta el punto de que parecen “fue-


 no agobiante, con temperaturas de entre 30 y 35 grados, en   ra de sitio” utilizando el concepto derridiano. Así, en esta

 que las lluvias parecen no llegar nunca. Este primer azote   coyuntura donde no solo la economía está interconectada

 que acecha es, claro está, aquella más global, “la del global   sino también la cultura, aflora un conjunto de respuestas


 warming o escalfament global que pateix el mon avui des-  sociales, culturales, políticas y económicas. A la vez, se pro-

 prés d’un procés d’industrialització imparable i de destruc-  ducen procesos de reajuste de estructuras que han sido, y

 ció constant dels recursos naturals” (“la del global warming   están siendo, conformados bajo un nuevo paradigma de re-

 o calentamiento global que sufre el mundo hoy después de   laciones sociales configuradas en torno a parámetros y crite-

 un proceso de industrialización imparable y de destrucción   rios fijados a nivel transnacional, que a su vez remiten a ló-






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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