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tas escenas destacan la confluencia que existe entre ambos Georges Bataille “The Labyrinth” —incluido en su obra Vi-
mundos, además de contribuir a los elementos surrealistas sions of Excess— o la figura del Minotauro —que según el
del filme. T. J. Demos también traza este paralelismo cuan- mito fue encerrado en el laberinto de Creta fabricado por
do se refiere a la “intrauterine nostalgia” (“nostalgia intraute- Dédalo—. La revista surrealista Minotaure fue editada por
rina”; mi trad.) que se acentúa tras el exilio de muchos de los Breton y publicada entre 1933 y 1939, mientras que éste
artistas adscritos al surrealismo que huyeron de Europa con ente mitológico fue un elemento recurrente de la obra pi-
el comienzo de la Segunda Guerra Mundial (101). La con- cassiana. Breton, además, alude al laberinto para desta-
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figuración de estos espacios, por tanto, tiene un claro influ- car el contraste que existe entre la capacidad reveladora de
jo surrealista, destacando de forma evocativa la complejidad lo fantástico frente al entramado de la historia: “The ‘fan-
histórica de la guerra y posguerra civil español por medio de tastic’, which the application of a catch phrase such as ‘so-
esta dimensión estética soterrada. cialist realism’ excludes in the most radical manner and to
El portal principal en la película es el laberinto de piedra which surrealism never ceases to appeal, constitutes in our
que la protagonista descubre al principio del filme. La en- view the supreme key to this latent content, the means of
trada del laberinto está conformada por un arco donde la fathoming the secret depths of history which disappear be-
efigie del fauno está labrada con los ojos y la boca abierta neath a maze of events” (“Lo ‘fantástico’, cuya aplicación de
en lo que parece un alarido. La escena está acompañada por la coletilla “realismo social” excluye de forma radical y a la
una ominosa música extradiegética que tiene un efecto in- que el surrealismo nunca deja de apelar, constituye, desde
quietante en el espectador. La protagonista no duda en tras- nuestra perspectiva, la clave suprema a este contenido laten-
pasar el umbral, mostrando su curiosidad ante el intrinca- te, el medio a través del cual se desentrañan las profundida-
do camino que se abre ante ella. Las palabras de Mercedes des secretas de la historia que desaparecen bajo el laberinto
la detienen: “Es un laberinto. Nada, un montón de piedras de los sucesos”; mi trad.; “Limits Not Frontiers” 155). Esto
muy viejas que han estado siempre ahí. Antes incluso que es precisamente lo que hace del Toro en el filme al desenma-
el molino. Mejor que ni te acerques, te puedes perder”. La rañar lo histórico a través de lo fantástico.
mujer establece así tanto la antigüedad de la construcción El laberinto constituye el portal primordial del filme de
meándrica como el peligro potencial que supone el aden- del Toro y así lo indica el fauno cuando se encuentra con
trarse en sus entrecruzadas vías. Ofelia, por primera vez, en el centro del laberinto, al que
El laberinto es, además, uno de los símbolos predilectos
del surrealismo, como atestigua la existencia del ensayo de
12 Dalí realizó el ballet Labyrinth (1941), donde se representa el mito de
Teseo y Ariadna, para el que realiza todo tipo de creaciones: trajes, deco-
con vistas”; mi trad.; cit. en Kermode, “Guillermo del Toro”). rados, utilería, etc. (Gibson 413, 431, 505).
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024