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ésta acude guiada por el insecto-hada: “Por todo el mun- se ve al fauno. Esto puede incitar a pensar que, o el fauno
do vuestro verdadero padre hizo abrir portales que permi- no existe en el plano que comparten Ofelia y Vidal, o sólo
tieran vuestro regreso”. La centralidad del laberinto es otro la niña puede verlo. No obstante, un plano posterior, en el
de los elementos que diluye la frontera entre las dos dimen- que la cámara adopta un punto de vista neutro —no per-
siones de la película. Jane Hanley señala la progresiva im- tenece a ninguno de los personajes que está en la escena—
portancia de lo laberíntico: “[A]s the film progresses, [the] podemos ver tanto a Vidal como al fauno y a la niña. La in-
dichotomies begin to break down, and alternative concep- serción de este plano sugiere que ambos mundos convergen
tualisations, such as the labyrinthine, become more useful” en este laberinto. A lo largo del filme, la ambigüedad con
(“A medida que el filme avanza, las dicotomías empiezan a respecto a la separación de ambas tramas puede dar lugar a
disolverse y las conceptualizaciones alternativas, como lo la- diferentes interpretaciones. No obstante, del Toro incluye
beríntico, se hacen más útiles”; mi trad.; 40). El laberinto, secuencias como la aquí descrita, en la que ambos mundos
además de un símbolo, es el umbral físico que une ambos se funden, de forma intencional:
mundos. Del Toro, así, sigue la visión expuesta por Gerald
Brenan en The Spanish Labyrinth, donde el escritor pone de
manifiesto el enrevesado contexto socio-político que llevó a What I tried to do is close it enough so that if you and I ar-
la lucha fratricida. gued in a coffee shop after seeing it, neither would be com-
Ofelia alcanza el centro del laberinto y el fauno le pide pletely right, but I put clues in to tell you which side of the
fence I’m sitting on. If you ask me, we wouldn’t be giving any-
que entregue a su hermano para que pueda completar la úl- thing away by saying this: I believe the ending is real. And
tima prueba, pero ésta, al ver la daga que empuña el fau- there are things in the movie that prove that. (Cit. en Faye)
no, se niega a obedecer, a pesar de la insistencia del fauno.
Al igual que en la escena de la segunda prueba en el pala-
cio subterráneo del Hombre Pálido, donde una de las hadas Lo que intenté hacer es cerrarlo de forma que si tú y yo discu-
le indica una de las tres puertas que tiene que elegir, Ofelia tiéramos en un bar después de verla, ninguno de los dos tendría
la razón por completo, pero puse pistas para decirte en qué lado
hace su propia elección. En este sentido, la niña ejerce su li- de la valla estoy sentado. Si me preguntas, no estaríamos reve-
bre albedrío. De forma similar al doctor Ferreiro, la prota- lando nada diciendo esto: Creo que el final es real. Y hay cosas
gonista decide optar por una tercera vía, representando así en la película que lo demuestran. (Mi trad.)
a la tercera España. En el momento en que Ofelia toma su
decisión final aparece el Capitán detrás, sin que la niña se
percate de su presencia. Un contraplano que ofrece la pers- La ambigüedad con respecto a esta división de los mun-
pectiva de Vidal muestra a Ofelia hablando sola, ya que no dos es lo que ha incitado a pensar en que la trama fantásti-
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024