Page 488 - Revista5
P. 488
tros vivimos “‘fuera del orden natural’ en la Europa próspe- a “un pasado no muy remoto (pero sentid[o] ya como ana-
ra que propició la burbuja inmobiliaria, los préstamos sin crónic[o])” y el que pone sus miras en “un futuro no excesi-
fin y las frecuentes ayudas de Bruselas gastadas con alegría” vamente lejano (pero aún en vía de integración en el sistema
(26) y este vivir fuera del orden natural es lo que caracteriza discursivo hegemónico)” (Gómez-Moriana 24), también en
a los habitantes de Montepinar —colectividad que vive en- la España democrática del siglo XXI conviven enfrentadas
deudada con el único objetivo de aparentar más de lo que formas de entender la nación: una centralista, esencialista y
se es—. excluyente, heredera de la dictadura y de la tradición en la
Aunque el declive económico y político de España en el que está quiso insertarse y, otra pluralista, multicultural y
siglo XVII pudo ser entendido como parte del retroceso en descentralizada. Del mismo modo en que Cervantes “pare-
el progreso económico que experimentó la Europa de me- ce participar en un proceso de toma de conciencia de tales
diados del siglo XVII, la regresión española resultó ser más contradicciones” (Gómez-Moriana 28), también los crea-
intensa y duradera que la de sus vecinos europeos (Ricapi- dores de LQSA, por medio de la risa, lo grotesco y lo hiper-
to 1199). Del mismo modo, la recesión económica que en bólico, alertan al espectador de las contradicciones sobre las
2008 afectó a la economía global también dejó una hue- que se asienta la actual idea de nación. Así, pues, si “Cer-
lla más profunda en la sociedad española. España no solo vantes se puso bajo la sombra de las novelas de caballerías
tuvo que hacer frente a la crisis global sino también a los … porque mirar de fijo a su realidad le obligaría a escapar-
problemas institucionales y sistemáticos que habían hecho se de ella” (Ricapito 1215), los hermanos Caballero y Deo-
posible el estallido de una insostenible burbuja especulati- rador se ponen a la sombra del género de la comedia de si-
va que desde sus inicios ya amenazaba con estallar (Rome- tuación para lidiar con la realidad de crisis en la que vive el
ro 19). En definitiva, el reciente estallido de la burbuja in- espectador. Al fin y al cabo, la comedia de situación es en-
mobiliaria ha venido acompañado de unas consecuencias tretenimiento ligero y familiar, que tiene como objetivo di-
“económicas, territoriales, ambientales, sociales y políticas” vertir y distraer a los espectadores (Lodge 56). También es
(17) que en mucho recuerdan a la creciente deuda sobera- cierto, sin embargo, que el género de la comedia de situa-
na, a los desórdenes monetarios, a los desastres naturales y ción se erige como un espacio ideal para llevar a cabo un
a la desconfianza y frustración políticas que sumió a la so- examen crítico de las tensiones y contradicciones en torno
ciedad española del período barroco en un grave estado de al género, la familia, la raza, la clase social y las dinámicas de
crisis (Vilches 109). la cultura postmoderna (Morreale xii). No estoy diciendo
Cabe también mencionar que al igual que en la España con esto que otras formas de entretenimiento no hubieran
barroca convivían enfrentados “dos sistemas diametralmen- sido o puedan ser posibles en ambos períodos de crisis —
te opuestos de interpretación del mundo”, el perteneciente clara muestra de ello se observa en la prolífera producción
488 489
Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023