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tros vivimos “‘fuera del orden natural’ en la Europa próspe-  a “un pasado no muy remoto (pero sentid[o] ya como ana-

 ra que propició la burbuja inmobiliaria, los préstamos sin   crónic[o])” y el que pone sus miras en “un futuro no excesi-

 fin y las frecuentes ayudas de Bruselas gastadas con alegría”   vamente lejano (pero aún en vía de integración en el sistema


 (26) y este vivir fuera del orden natural es lo que caracteriza   discursivo hegemónico)” (Gómez-Moriana 24), también en

 a los habitantes de Montepinar —colectividad que vive en-  la España democrática del siglo XXI conviven enfrentadas

 deudada con el único objetivo de aparentar más de lo que   formas de entender la nación: una centralista, esencialista y

 se es—.   excluyente, heredera de la dictadura y de la tradición en la

 Aunque el declive económico y político de España en el   que está quiso insertarse y, otra pluralista, multicultural y


 siglo XVII pudo ser entendido como parte del retroceso en   descentralizada. Del mismo modo en que Cervantes “pare-

 el progreso económico que experimentó la Europa de me-  ce participar en un proceso de toma de conciencia de tales

 diados del siglo XVII, la regresión española resultó ser más   contradicciones” (Gómez-Moriana 28), también los crea-

 intensa y duradera que la de sus vecinos europeos (Ricapi-  dores de LQSA, por medio de la risa, lo grotesco y lo hiper-


 to 1199). Del mismo modo, la recesión económica que en   bólico, alertan al espectador de las contradicciones sobre las

 2008 afectó a la economía global también dejó una hue-  que se asienta la actual idea de nación. Así, pues, si “Cer-

 lla más profunda en la sociedad española. España no solo   vantes se puso bajo la sombra de las novelas de caballerías

 tuvo que hacer frente a la crisis global sino también a los   … porque mirar de fijo a su realidad le obligaría a escapar-


 problemas institucionales y sistemáticos que habían hecho   se de ella” (Ricapito 1215), los hermanos Caballero y Deo-

 posible el estallido de una insostenible burbuja especulati-  rador se ponen a la sombra del género de la comedia de si-

 va que desde sus inicios ya amenazaba con estallar (Rome-  tuación para lidiar con la realidad de crisis en la que vive el

 ro 19). En definitiva, el reciente estallido de la burbuja in-  espectador. Al fin y al cabo, la comedia de situación es en-


 mobiliaria ha venido acompañado de unas consecuencias   tretenimiento ligero y familiar, que tiene como objetivo di-

 “económicas, territoriales, ambientales, sociales y políticas”   vertir y distraer a los espectadores (Lodge 56). También es

 (17) que en mucho recuerdan a la creciente deuda sobera-  cierto, sin embargo, que el género de la comedia de situa-

 na, a los desórdenes monetarios, a los desastres naturales y   ción se erige como un espacio ideal para llevar a cabo un


 a la desconfianza y frustración políticas que sumió a la so-  examen crítico de las tensiones y contradicciones en torno

 ciedad española del período barroco en un grave estado de   al género, la familia, la raza, la clase social y las dinámicas de

 crisis (Vilches 109).   la cultura postmoderna (Morreale xii). No estoy diciendo

 Cabe también mencionar que al igual que en la España   con esto que otras formas de entretenimiento no hubieran


 barroca convivían enfrentados “dos sistemas diametralmen-  sido o puedan ser posibles en ambos períodos de crisis —

 te opuestos de interpretación del mundo”, el perteneciente   clara muestra de ello se observa en la prolífera producción






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 Revist a  de  al ce s XXI                              Número  5 , 2021-2023
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