Page 456 - Revista5
P. 456

méstico como amortiguador social, el cual, a su vez, está sos-                                                          pos que han parido, sin ayuda de un sistema pensado des-

         tenido en un 84% por cuerpos bajo el constructo cuerpo-co-                                                              de las bionecesidades como cuerpos bioafectados por tales

         munidad-femenino. Tal cuestión continúa como parte de las                                                               procesos encarnados, se ponen en evidencia tales obligato-


         tinieblas del macho-lío-patriarcal en que hemos sido sociali-                                                           riedades. Esto se traduce en cómo está imbricado el trabajo

         zados todos los cuerpos sujetos al constructo cuerpo-comu-                                                              sexual en la crianza, en la continuidad de la unidad-hete-

         nidad-femenino. Se trata de un contexto socio-cultural-con-                                                             ro-nuclear. Existe una obligatoriedad que une a los trabajos

         sanguíneo donde se naturaliza la legitimidad de los procesos                                                            maternos con la práctica afectivo-sexual monógama, tanco

         de macho-adaptación y la cancelación del despliegue iden-                                                               como manera de continuar el extractivismo sobre tales cuer-


         titario propio, así como del desarrollo del asunto vital pro-                                                           pos, como trama para seguir teniendo cuerpo encerrados en

         pio fuera de las exigencias energéticas páter-atencionales.                                                             unidades reproductivas estrechas y aisladas, lo cual favorece

             Parte de nuestra despensa psicoenergética, desde nuestro                                                            la sumisión y las esclavitudes relacionadas con los trabajos

         comienzo en el planeta Tierra, ha sido destinada al manejo                                                              reproductivos. Se trata de unidades que, al estar atravesa-


         y resistencia frente a los deseos del páter familias o del pá-                                                          das por opresiones y violencias, hace que estos trabajos sean

         ter-estado que se imponen a nuestros cuerpos, en lugar de                                                               un lugar potencial de enfermedad, patologización, medica-

         enfocar todas esas fuerzas y reservas psico-energéticas en un                                                           lización, exclusión y pobreza (esto es, un estado de pérdida

         desarrollo hacia-sí-mismas, en el proceso hacia todo lo que                                                             continúa).


         somos, como despliegue de la singularidad. No hay pala-                                                                     Al mismo tiempo, estas obligatoriedades, en tanto estra-

         bras que narren lo que nos atraviesa como cuerpos repro-                                                                tegias de continuidad del extractivismo y como parte de la

         ductivos y que, a su vez, tengan legitimidad epistémica para                                                            “negación perpetua”, están atravesadas por lógicas de roman-

         generar debates, políticas y estructuras reproductivas, fuera                                                           tización. Estas lógicas conforman un anclaje de pertenencia


         de lógicas reactivas o reaccionarias. Palabras que nombren.                                                             al parentesco consanguíneo manejado por el páter-estado y

         Palabras que resuelvan las tinieblas y la confusión que nos                                                             el páter familias que tiene atribuciones identitarias marca-

         lleva a no ser conscientes del valor innegociable de los tra-                                                           das por la abnegación, el sacrificio y la autocensura. Estas

         bajos maternos y la dependencia inexorable del páter-esta-                                                              son las que permite el no-nombrado: la inexistencia de pa-


         do respecto a ellos. Tales obligatoriedades están cinceladas                                                            labras que resuelvan el despropósito socio-histórico que cae

         de manera identitaria y se revelan fuertemente cuando los                                                               sobre los cuerpos maternos, su condición pre-política y el

         trabajos maternos arrancan.                                                                                             consenso erróneo de ser actividades humanas sin represen-

             Como parte de la despensa psicoenergética está siendo                                                               tatividad en lo real-jurídico, bajo la lógica opresora de lo “lo


         utilizada para sostener la trama entre cuerpo maternos y                                                                normal, lo natural, lo patriarcal”.

         criaturas, al desplegarse las macho-exigencias sobre los cuer-






      456                                                                                                                                                                                                                             457
                Revist a  de  al ce s XXI                                                                                                                                       Número  5 , 2021-2023
   451   452   453   454   455   456   457   458   459   460   461