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entonces, no es solo económica, sino íntimamente cultural Cuidar-como-estado-vital-en-aislamiento imposibilita la
y subjetiva. Se trata de un poder que opera de formas más articulación de una estructura comunitaria que trascienda
sutilmente perversas y más difíciles de combatir (en este te- las obligatoriedades consanguíneas y, con ello, el alto ni-
rreno, es importante pensar, por ejemplo, la sociedad del vel de trauma asociada a la misma. Asimismo, dificulta una
control digital, en cómo nos relacionamos con el tecno-pa- estructura de distribución de cuidados —no condicionada
triarcado)” (Arcos y Fuentes). a las arbitrariedades emocionales de los vínculos consan-
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El paternalismo devaluado introyectado, posibilitado a par- guíneos, ni a la vulneración de los derechos de ninguna de
tir del constructo expropiando-para-ser, continúa gracias al las partes implicadas— desde la colectivización del sostén
estado de pérdida continua (pérdida de poder social, econó- de las criaturas, sin que ello sea sinónimo de escolarización
mico, simbólico, de potencia energética y neurodominante) prematura, ni vulneración de los bioprocesos o procesos en-
en el que se asumen los trabajos maternos. Como recuerda carnados que atraviesan a los cuerpos.
la pensadora Maite Garbayo, su reproducción es posible de- Si tenemos como horizonte dicha futurible/deseable es-
bido a la intersección de tres variables: tructura de distribución de cuidados —como invita a pen-
sar Silvia Federici en Reproducción en punto cero—, se fa-
Una primera articulada por asumir cuidar-como-estado-vi- cilitarían las condiciones necesarias para el desarrollo de los
tal-en-aislamiento. Negando —gravemente— las condiciones demás trabajos que se acumulan en los cuerpos maternos, es
deseables logísticas y psicoafectivas durante el puerperio —si- decir, para que dichos cuerpos puedan seguir desarrollando
tuado, aproximadamente, durante los tres primeros años de sos- su propio asunto vital, configurado por un crisol de trabajos
tén de la criatura o primera infancia— para un respetuoso, y o desarrollos: intelectuales, productivos, logístico-matéri-
deseable, desarrollo del trabajo reproductivo en condiciones de
bienestar o buen vivir. Estado vital que posibilita el control so- co-domésticos, logístico-exterior-familiares (como aquellos
bre los cuerpos maternos, a partir la ausencia de trama social de que propician estímulos sociales, intelectuales y culturales,
sostén externa a la unidad nuclear de crianza, unido al cansan- así como apegos seguros y el sentimiento de pertenencia
cio continuado en el tiempo, sin posibilidad de espacios restau- no-páter-centrada), psicoafectivos, interno-sociales, afecti-
rativos, como herramienta de disciplina social. 4 vos-sexuales y demás trabajos o desarrollos no enfocados en
la supremacía del trabajo asalariado como único trabajo le-
3 La conversación entera se puede leer en Futuridades Maternales www. gítimo.
futuridadesmaternales.net/2020/10/13/el-hogar-heteropatriarcal-co- Cabría clarificar que, dentro de las nuevas luchas repro-
monudo-borromeo-de-transmision-cultural-y-economica-no-ha-si-
do-acaso-en-donde-la-fuerza-vital-de-creacion-nos-ha-sido-expropia- ductivas, no se plantea una configuración identitaria esen-
da-es-decir-en-ese-escenario-subjetiv/. cialista, donde el anclaje identitario principal sea a partir de
4 Véase Fuentes. los trabajos maternos, sino que la estrategia que se plantea
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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023