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ella no encuentra respuestas satisfactorias en la lista de mi- interpretación que alienta la estructura narrativa de la nove-

tos sociales de la mala progenitora, sino que requiere una la de Katixa Agirre. De hecho, propongo que la protagonis-

actitud flexible de aceptación del lado oscuro de la psique ta escritora es como la reina de corazones, también llama-

propia. Esa es la razón por la que la escritora madre afirma da la reina roja, en Alicia en el país de las maravillas y Alicia

que “Construía a Alice al mismo tiempo que me recons- a través del espejo (1871). En el capítulo dos de este último

truía a mí misma” (Agirre 72). A ella le interesa comprender título “El jardín de las flores vivas”, Alicia se encuentra de

qué mitemas se han compendiado bajo la rúbrica de la mala sorpresa con ella y se da cuenta de que vive en un territo-

madre en el momento en que ella misma tiene un hijo. La rio campestre diseñado como un tablero de ajedrez. Sin sa-

escritora se ve a sí misma en el espejo distorsionado de la ber cómo, Alicia empieza a explorarlo y correr con la reina,

otra madre, a la vez que reflexiona sobre sus motivaciones, que la apremia para que vaya más rápido todavía. Después

lo que tiene un efecto constructivo y de concienciación so- de hacerlo de modo competitivo y agotador se paran delan-

bre su maternidad. De este modo, a nivel diegético, el refle- te del mismo árbol desde donde empezaron, notando que

jo en, y la reflexión de la madre escritora sobre las experien- nada ha cambiado. Alicia se sorprende y comenta:

cias de Jade/Alice se establecen como fundamentales para

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figurar cómo ampliar los modelos de maternidad. A nivel
extradiegético, este proceso promueve la contemplación de- –Bueno, lo que es en mi país –aclaró Alicia, jadeando aún bas-

tenida de estos temas por la propia lectora de la novela. tante– cuando se corre tan rápido como lo hemos estado hacien-
do y durante algún tiempo, se suele llegar a alguna otra parte…
Ampliando las referencias metanarrativas, desde un pun-

to de vista feminista es necesario recordar que Luce Iriga-

ray en el prefacio a su obra Speculum: espéculo de otra mujer –¡Un país bastante lento! –replicó la Reina–. Lo que es aquí,
como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para perma-
plantea la necesidad explorar el mundo como la Alicia de necer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que

Lewis Carroll, a través del espejo mágico, con el propósi- correr por lo menos dos veces más rápido. (Carroll)

to de ver el “otro lado” del mundo concebido por el Logos

masculino. Siguiendo esta línea de pensamiento, creo que La respuesta de la reina de corazones apunta a las normas

el juego de espejos irigaryano constituye un paradigma de
sociales que estructuran nuestras interacciones y organizan

nuestro comportamiento, “un mundo sitiado por regula-

13 Es necesario insistir en el hecho de que buscar comprender las expe- ciones de todo tipo”, en palabras de Ghirardi (267). Es so-

riencias de Alice como mujer y madre filicida no significa exculparla. A lamente cuando Alicia, y la lectora con ella, reconozcan que
la vez, aceptar su culpabilidad de modo rápido y sin explorar las condi-

ciones de su maternidad significaría acatar las normas y cultura domi- el mundo está “al revés”, y suspendan su credulidad sobre
nante sobre la maternidad. los esquemas mentales tradicionales sobre la maternidad, o

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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023