Page 220 - Revista5
P. 220
to de ley que perpetuaría la discriminación hacia la comu- castigos. En lugar de condenar rotundamente las acciones
35
nidad queer y prohibiría actos de Orgullo Gay está en “fase y políticas aparentemente homofóbicas en países africanos,
de consulta ministerial” (Amnistía Internacional 223-24). es preciso reflexionar sobre “the complex history of colonial
33
Sin duda, la amenaza de semejante legislación incrementa violence, racial capitalism, liberal paternalism and neoliber-
la urgencia de la misión de visibilización y reivindicación al diktat that sometimes inform their anger at apparent (to
que se presenta en las narrativas queer de Obono. them) cultural proxies of the West” (“la compleja historia
Al considerar las realidades de la comunidad queer en de la violencia colonial, el capitalismo racial, el paternalis-
Guinea Ecuatorial, se debe tener presente que la postura mo liberal y el decreto neoliberal que a veces conforman su
sociopolítica hacia las minoridades sexuales no es para nada rabia hacia aparentes (para ellxs) representantes culturales
excepcional; el historiador y africanista Marc Epprecht se- de Occidente”; mi trad.; Sexuality 8).
ñala, por ejemplo, que, hasta “historically quite recently”, Sería irresponsable emprender una discusión de la homo-
los países occidentales tampoco han sido muy liberales y to- fobia y la misoginia sin hablar también de los riesgos de esa
lerantes en su política hacia la comunidad queer (Sexuality labor. Por un lado, destacar los agravios cometidos contra
3). Además, la protección legal no previene ni los abusos ni mujeres y personas queer puede resultar en la victimización
la violencia; anualmente los países de África con más leyes de esxs individuxs, lo cual reafirma discursos coloniales pa-
y políticas de igualdad y no-discriminación —así como Es- ternalistas que sostienen la necesidad de su “rescate” o “sal-
tados Unidos y países europeos— reportan casos espeluz- vación” a manos de entidades y organizaciones europeas y
nantes de delitos de odio y agresiones contra personas per- estadounidenses. Por otro lado, al resaltar la homofobia y
tenecientes a la comunidad queer. Lo contrario también la misoginia africanas, los activistas, periodistas y académi-
34
es cierto; así como la legalidad no conlleva la seguridad o la cos que querían invitar una solución a veces han termina-
tolerancia, la prohibición legal no promete la realización de do contribuyendo al problema. No pretendo negar la exis-
36
tencia de la homofobia o la misoginia en Guinea Ecuatorial
ni tampoco minimizar su gravedad o la severidad de sus re-
33 Tal proposición de ley también exigiría el establecimiento de “una po-
lítica de ‘reinserción social’ para las personas LGBTI que abandonaran 35 Para demostrar esa brecha entre legalidad y realidad, Epprecht con-
voluntariamente la práctica de la homosexualidad” (Amnistía Interna- trasta los ejemplos de Sudáfrica (donde el matrimonio homosexual fue
cional 224). Véase Guinea Ecuatorial “Estudio” y “Continuidad del es- legalizado en 2006) y Mauritania (que tiene pena de muerte por la so-
tudio”. domía (Sexuality 4).
34 En junio de 2021, por ejemplo, un grupo de 13 personas mataron a 36 Véanse Currier and Migraine 281-87; Hoad “Back in the Methodo-
golpes a Samuel Luiz, un hombre gay de 24 años, en la ciudad de La Co- logies” 42; Epprecht Sexuality 3-9; Kahn-Fogel; Migraine-George and
ruña, en el noroeste de España. Currier 201.
220 221
Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023