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Aunque el horizonte uni-comunitario parezca lejano y lo cido criterios de valor cuantificables (la cifrocracia o dictadu-
estemos pensando casi como una utopía, constatamos que ra de las cifras, al decir de Vincent de Gaulejac) en todos los
ya existen proyectos de este tipo que desafían el modus ope- aspectos relacionados con la docencia y el intercambio, pro-
randi de la universidad hegemónica neoliberal. Aparte de la ducción y distribución de conocimiento. George Caffentzis
fundamental Universidad de la Tierra, con sedes en Chia- y Silvia Federici hablan de cómo “la subordinación de las
pas y Oaxaca (México), destacamos algunas propuestas ac- investigaciones científicas ante los intereses comerciales ha
tivas en distintos puntos del Estado español: la Universidad reducido la comunicación entre científicos, forzándolos al
Libre Experimental de Málaga, que se inicia en 2007 vin- secretismo acerca de sus proyectos o resultados” (60), y los
culada a La Casa Invisible y forma parte de la Fundación manifiestos “Carta a la desexcelencia: salvemos la universi-
de los Comunes desde 2012, así como la reciente Nocio- dad” y “El Docentia o la corrupción de la docencia” han de-
nes Comunes, Universidad Experimental de Madrid, inte- nunciado, el primero en las universidades francófonas y, el
grante de la misma red; también en Madrid se encuentran segundo, en España (Universitat de València), la preocupa-
la Universidad Feminista, centrada en los estudios cultu- ción por la instrumentalización de la universidad entre una
rales desde una perspectiva feminista, y la Universidad del larga lista de prácticas restrictivas (aumento del precio de las
Barrio, uno de los proyectos auspiciados por el Teatro del matrículas, por mencionar una) para el acceso democrático
Barrio en Lavapiés; la Uniclimática, universidad online pro- al conocimiento.
movida por Climática, revista del diario lamarea.com espe- Nos parece necesario que desde la academia se desarro-
cializada en el cambio climático; o las jornadas Herri Uni- llen, como se mencionó en los apartados anteriores, prác-
bertsitatea Nazionala, que desde 2014 han tenido lugar en ticas socio-comunitarias tanto en el seno de las institucio-
diferentes universidades de Euskadi como “un espacio com- nes como hacia los espacios locales en el que se integran,
bativo y antagónico con la universidad y el orden burgués para ensanchar y profundizar los vínculos sociales tanto ha-
en general” (LH). cia dentro como fuera de la universidad. Abogamos por es-
tablecer un diálogo entre la academia y el discurso público
E. La producción compartida/colectiva del conocimiento que dé visibilidad al compromiso social de las universidades
y que sirva, al mismo tiempo, para mitigar la jerga neolibe-
La transformación corporativista experimentada por los Es- ral donde priman las nociones de individualismo y compe-
tados a partir de los años 1980 tuvo como efecto la instau- titividad (que denuncian los manifiestos citados) por enci-
ración del modelo de gestión empresarial en los centros do- ma del bien común.
centes. Desde entonces, este modelo ha minado la calidad Con tal fin, aportamos algunas modestas reflexiones y
de la enseñanza, en especial las Humanidades, y ha estable- ejemplos para ilustrar estas posibilidades de diálogo:
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Revist a de alces XXI Número 4 , 2019-2020
