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joven responde: “Yo no soy viejo pero tengo la cuenta como   nuevas cantantes vemos expresiones de género que se cru-

 uno… / Que tú quieres un viejo, ¿estás segura? / Yo te pro-  zan con otros aspectos de identidad, como es el caso de la

 meto un millón de aventuras / Y en la cama te duro lo que   cantante de flamenco, Rosalía. En su corta carrera, Rosa-


 él no dura”. Becky G habló de sus ideas en cuanto a la di-  lía ha sido acusada de apropiarse del flamenco, de la cultu-

 rección de la canción (aunque no tenga créditos como au-  ra gitana y de la latinidad en su trayecto a la música urbana

 tora de la canción) y señala que cuando habló de su visión   latina. Algo que ha sido particularmente problemático ha

 para el puente de la canción, Bad Bunny se preguntaba “If   sido el que los medios estadounidenses la hayan etiquetado

 I’m young but I want a girl who likes older men, how do   como latina, evidenciado por el reconocimiento de insti-


 I convince her?” (“Si soy joven y quiero a una muchacha   tuciones de premios de música latinoamericana que la han

 que le gustan los hombres mayores, ¿cómo la convenzo?”)   nominado o premiado en categorías como “música latina”

 (Cobo, Becky G). Su respuesta a esta pregunta revela las   y la declaración de la artista —donde revela que ella “feels

 ideas equivocadas de género y la falta de comprensión de   latina” (“se siente latina”) (Fernández)—. Esta controversia


 las necesidades sexuales e interpersonales de las mujeres. En   provocó múltiples debates acerca de la apropiación cultural,

 esta canción, el hombre malinterpreta sus mensajes y de-  las intersecciones entre género e identificación étnica y las

 seos, centrándose, en cambio, en todas las cosas materiales   relaciones postcoloniales de países no-europeos subyugados

 que posee —que piensa que servirán para atraerla— junto   por imperios.


 a su habilidad sexual —que piensa que es lo que ella busca   Desde la afirmación multicultural de Rosalía hasta las

 y desea—. Este hombre parece ajeno a la feminidad mujeril   discusiones de mujeres en la música urbana latina han sido

 como un ente dinámico. Incluso si estuviera consciente de   parte de los debates que se han dado fuera de círculos aca-

 esta realidad, su reacción —que responde a su experiencia   démicos  hace  años.  Estas  conversaciones,  facilitadas  por


 conviviendo con mujeres— todavía depende de narrativas   nuevas tecnologías comunicativas, han aparecido en plata-

 y conductas de género anticuadas e inconscientes.   formas digitales en forma de artículos de revistas, foros de

 Ahora bien, esta reintroducción de mujeres en el regue-  discusión, contenido creativo viral y publicaciones en redes

 tón no carece de problemas políticos. Según señala la revista   sociales. Este giro no es específico de la música y nace de


 Vibe, a las mujeres que encabezan el reguetón —principal-  cambios culturales de mayor envergadura que se han estado

 mente Karol G, Natti Natasha y Becky G— se les ha con-  produciendo y que responden a actitudes histórico-sociales

 cedido el espacio para destacarse debido a “their privilege as   y no solo a gustos musicales. En la última década, para las

 conventionally attractive, non-black Latinas” (“su privile-  generaciones más jóvenes, la palabra “woke”(“consciente”)


 gio como mujeres convencionalmente atractivas, como la-  se convirtió en un sinónimo para describir el estar conscien-

 tinas no-negras”) (Viera). Además, a medida que aparecen   te de temas relacionados a la justicia social (“Stay Woke”).






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 Revist a   de   alces XXI                                    Número  4 , 2019-2020
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