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Como palabra que resume la ideología política de izquier-                                                               público ha respondido al reguetón o usándolo como herra-

         das, el término “woke” está basado en la teoría crítica de                                                              mienta política.

         raza y políticas de justicia social (Romano). La conciencia                                                                 Aparte de los ejemplos ya mencionados de mujeres que


         “woke” se volvió una práctica común que resonó particular-                                                              reafirman la autonomía de la mujer en una industria do-

         mente entre generaciones más jóvenes. Esta actitud social                                                               minada por hombres, otros cantantes que se destacan son

         originada en Estados Unidos trascendió geografías físicas y                                                             Residente y Dillon Francis por su canción “Sexo” (2018)

         políticas y, aunque su esencia ha sido criticada,  el impacto                                                           en que el cantante le dedica la canción a Sigmund Freud y
                                                                                           28
         social que ha tenido, principalmente por la distribución de                                                             a Judith Butler. Con la letra y las imágenes del video de la


         discurso en las redes sociales, ha contribuido a un giro cul-                                                           canción, el antiguo cantante de Calle 13 normaliza el deseo

         tural en la manera en que otras figuras públicas, desde po-                                                             sexual, la orientación sexual y la identidad sexual con imá-

         líticos a actores y músicos, se presentan públicamente y las                                                            genes pícaras de personas de diferentes razas, géneros, ni-


         causas que apoyan. Como resultado, esta nueva conciencia                                                                veles espirituales, edades, tipos de cuerpos y (dis)capacida-

         generacional ha influenciado la música urbana latina según                                                              des físicas. De forma similar, Bad Bunny, el mismo artista

         lo evidencia el cambio de actitud que no hubiera sido po-                                                               que escribió sobre un hombre ajeno al deseo de la mujer en

         sible diez años atrás. En los últimos 3 ó 4 años se han dado                                                            “Mayores” de Becky G, ha invertido la música urbana lati-

         discusiones sobre el género en el reguetón, especialmente a                                                             na por cuenta propia sin abandonar las letras sobre el sexo


         partir de movimientos como #MeToo (#YoTambién) y #Ti-                                                                   pero apartándose de los rasgos más perturbadores de la su-

         mesUp (#SeAcabó),  en que diferentes artistas han tomado                                                                premacía de género del estilo musical. En su canción del
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         posturas por medio de su arte acerca del género y en que el                                                             2020, “Yo perreo sola”, el cantante describe a una mujer in-

                                                                                                                                 dependiente en control de sus relaciones con hombres y, en

                                                                                                                                 el video musical, Bad Bunny aparece como drag. Aunque la
         28  David Brooks, un columnista de opinión y comentarista político del
         New York Times, sostiene que el objetivo del “wokeness” (“la concien-                                                   mujer que pone la voz de los elementos musicales más pe-

         ciación”) no es solucionar los problemas puesto que “wokeness jams to-                                                  gajosos de la canción, la cantante Nesi, no recibió el crédi-
         gether the perceiving and the proposing. In fact, wokeness puts more                                                    to tal como ocurría con las mujeres en el reguetón primero,

         emphasis on how you perceive the situation—how woke you are to what
         is wrong—than what exactly you plan to do about it.” (“la conciencia-                                                   la canción y el video se distancian significativamente de lo

         ción mezcla lo que se percibe con lo que se propone. De hecho, la con-                                                  que el reguetón y el “género urbano latino” habían sido has-
         cienciación pone más énfasis en cómo percibes la situación —cuan con-                                                   ta ese punto.

         cienciado estás sobre lo que está mal— que en lo que planeas hacer para
         afrontar la situación”.)                                                                                                    Bad Bunny empezó a fabricar su personaje artístico den-
                                                                                                                                 tro de la música urbana latina ayudando a mover el trap la-

         29  Escuchar el podcast de Félix Contreras para una discusión acerca del
         reguetón en la edad del #MeToo (“Reguetón”)                                                                             tino a ocupar un sitio en la cultura de masas y adoptando





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                  Revist a   de   alces XXI                                                                                                                                           Número  4 , 2019-2020
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