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de un modelo financiero e inmobiliario que ha comenzado   moria de la violencia de estado del ‘92. El género neo-noir

 a hacer visibles sus costes humanos y sociales.  nos permite analizar, como en su momento la serie negra de

 Frente a las intervenciones televisadas de los políticos, la   Manuel Vázquez Montalbán en su exploración de la Barce-

 calle, como escenario de las protestas sociales, ha vuelto a   lona olímpica, las contradicciones que se producen en ese

 convertirse en el espacio democrático de una esfera públi-  espacio policial, mediador entre el Estado y la sociedad ci-

 ca que produce nuevos sentidos en la experiencia colectiva   vil, a partir de las historias de represión que acompañan a la

 del cambio histórico. En palabras de Manuel Delgado, es   posibilidad de celebración de estos retablos de maravillas  de
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 en las calles y en las plazas donde “sometidos a la vista de   la nación contemporánea donde se producen las “dramati-

 todos, los grupos humanos encuentran el proscenio don-  zaciones privilegiadas de su modernidad” (Montalbán, Sa-

 de dramatizar sentimientos compartidos, conciencias iden-  botaje 19).

 titarias, vindicaciones, acatamientos y rebeldías” (Delgado,   Algo que tienen en común estas ficciones será la repre-

 Sociedades 129). De esta manera, el retorno de un imagi-  sentación de las zonas del paisaje urbano en construcción

 nario histórico alternativo del ‘92 producirá en el espacio   como zonas de riesgo  en las que las personas y el espacio es-
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 público una poética en clave brumaria  en la que la farsa,
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 desplegada en la ocupación popular en espacios públicos y

 en las redes sociales, se perfila como un instrumento clave   7  El escritor Rafael Chirbes explica la fantasía consensual que produce la
         matriz ideológica neoliberal en el caso español a partir de los mecanis-
 para analizar la producción ideológica de la llamada Marca   mos ficcionales del entremés cervantino: “Parece que ahora se descubre

 España.  La carnavalización, presente en los eventos contra   la falsedad del mundo en que vivían (política, económica, social) por-
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 Madrid 2020, devolverá lo que las operaciones ideológicas   que, claro, cuando fluía el dinero, nadie tenía ganas de preguntarse por

 codifican o distorsionan, permitiendo el acceso a la reali-  nada, más bien se convertía en un aguafiestas y en un provocador quien
         intentaba quebrar la mentira pactada (el retablo de las maravillas cervan-
 zación plena del elemento de irrealidad que sostiene poéti-  tino) entre ciudadanos e instituciones, por puro interés. Cuando ha lle-

 camente un relato institucional que retornará asimismo en   gado la sequía económica, todo el mundo finge caerse del guindo y bus-

 ficciones cinematográficas como Grupo 7 asociado a la me-  ca culpables” (Martos). El mecanismo de de-velamiento abrupto de la

         fantasía social consensuada aparece en otros autores como el dramatur-
         go Albert Boadella, quien denunció durante los años del boom en obras

 5  Siguiendo el adagio marxiano de El Dieciocho de brumario (“la historia   como El retablo de las maravillas. Cinco variaciones sobre un tema de Cer-
 se repite dos veces: primero como tragedia y luego como farsa“).  vantes (2004) la proliferación de sociedades de mercados basados en la

         especulación (el de la cocina de vanguardia, el del arte contemporáneo,
 6  Aunque las políticas institucionales de nation-branding (marca país) se   el de la política o la iglesia).
 hayan hecho oficiales en el país en 2012 con la creación de la llamada

 Marca España, resulta significativa la oficialización en temporalidad de   8  Tomo la idea de la zona de riesgo con respecto a la precarización de la
 crisis de un modelo de políticas de promoción que tuvo su auge en 1992   vida en la crisis española, así como el concepto de vida subprime, “defi-
 y que deja de tener sentido cuando ha concluido el ciclo financiero-in-  nida como la que encarna y experimenta en situación de grave riesgo bio-

 mobiliario que lo sustentaba.   político las condiciones originadas por el último ciclo económico” (“Las





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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  3 , 2016-2017
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