Page 366 - Revista3

tion and solidarity with Indigenous struggles. These are
movements toward autonomy and ones directly con-
fronting capitalism. In this way, these punks are helping
to build another possible world. (33)
Un viaje a San Cristobal de las Casas, un municipio
montañoso de Chiapas (México) y una de las cuatro
ciudades tomadas por los Zapatistas el 1 de enero de
1994, revelará el alto número de punkis antisistema y
nómadas que han llegado a la ciudad. Mientras que, por
un lado, esto podría tener algunas implicaciones negati-
vas en la comunidad local, con punkis angloamericanos
y europeos que no entienden del todo la indigenidad
Maya, por otro, sin embargo, muestra una profunda ad-
miración y solidaridad con los problemas indígenas. Se
trata de movimientos hacia la autonomía que se oponen
directamente al capitalismo. De esta manera, estos pun-
kies están ayudando a construir otro mundo posible.
Boikot: autogestión y kooperazión
El grupo madrileño Boikot es una clara muestra de la po-
sibilidad de superar las restricciones económicas que nos
pone el sistema y de lo que se puede lograr cuando la gente
se organiza. Como dijimos antes, en 1997 editaron su dis-
co No mirar, con el cual dieron comienzo a su trilogía La
Ruta del Che. Cansados de las dificultades para publicarlo,
crearon su propia empresa de producción musical: Produc-
ciones BKT. Después trabajaron con BOA Música para la
1
distribución. Esto permitió, entre otras cosas, que lo que
corresponde al contenido del disco en sí no fuera mediado
1 <http://www.axesor.es/Informes-Empresas/2314636/PRODUC-
CIONES_BKT__BOIKOT_SL.html#>.
366
Revist a de alces XXI
en absoluto por ninguna otra persona más que ellos mis-
mos. También es cierto que, si la distribuidora no hubiera
visto posibilidad de comercialización, probablemente no lo
habría distribuido, y que eso podría haber provocado que
su mensaje no llegara a ningún sitio. Sin embargo, en pleno
siglo XXI, gracias a internet y a las redes sociales, la distri-
bución de un trabajo discográfico es tan fácil que ni siquiera
es necesario ya tener una compañía que se encargue de ello
—sobre todo si el objetivo principal es meramente la difu-
sión de la obra y no el generar beneficios con su venta—.
De la misma manera, gracias a las nuevas tecnologías, tam-
poco es necesario gastarse mucho dinero en la grabación y
se pueden conseguir resultados asombrosos en mini-estu-
dios caseros basados en un simple ordenador portátil. Todo
esto reduce casi a cero la participación de intermediarios
capitalistas y democratiza mucho más la distribución cultu-
ral y musical. Con un ordenador, una interfaz, unos cables
y un micrófono, uno puede perfectamente grabar un disco
que después puede distribuir gratuitamente o vender por
su cuenta en internet. Además, en el caso de querer vender-
lo, la venta ni siquiera se tendría por qué realizar a través de
terceros como Amazon o iTunes, sino que sería tan simple
como crear una página web y subir los archivos de las can-
ciones con algún método de descarga de pago o simplemen-
te dejando un contacto para posibles compradores.
De hecho, según indica el IFPI (Federación Internacio-
nal de la Industria Discográfica) en su IFPI Digital Music
Report 2015, el año 2014 fue el primero de la historia en el
cual la venta de discos físicos y las ventas digitales obtuvie-
ron el mismo porcentaje (46%) dentro de los ingresos to-
tales generados por la industria discográfica a nivel global
367
Número 3 , 2016-2017