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Basurama se apuesta por la colaboración bidireccional con   po de audiovisual reunido en Sol durante el 15M. Según

 otros campos y sobre todo con aquellos ámbitos donde se   Fernández, se trataba de un grupo de productores poco re-

 da la vida (v.gr. el baloncesto, la horticultura, la política pú-  ceptivo a la hora de realizar una película con la colectividad

 blica, la electricidad, el medioambiente o la educación). Lo   asambleada, debido sobre todo a su afinidad por la figura

 que urge, pues, es solucionar, proponer, crear y gestionar   del autor y a su férrea reverencia por aquel tipo de obras que

 aquellos lujos colectivos que hacen que una vida merezca   jamás podría realizar “el pueblo”. Frente a quienes abogan

 la pena ser vivida. A partir de las ideas sobre el arte y la ar-  por delegar la representación del pueblo sin más, el colecti-


 quitectura participativa y colaborativa que Basurama lleva   vo CsA apuesta por un proceso en el que la gente cualquie-

 años defendiendo, y también teniendo en cuenta la noción   ra pueda ocupar el cine en todas sus fases de producción, de

 del arte que propone Isidoro Varcárcel Medina, el ensayo   forma que desaparezca la figura del autor, —es decir, aque-

 de Basurama presenta una reflexión sobre el arte colectivo   lla persona que detenta la autoridad para hacer, así como

 actual y su posible relación con el espacio público urbano.   la propiedad de haber hecho una obra—. En definitiva, la

 Frente a quienes intentan consumir el espacio público es-  propuesta de CsA, la cual ha sido implementada ya en di-

 trictamente en beneficio propio, Basurama defiende la ne-  versas películas y en numerosas producciones del colectivo,


 cesidad de cuidar y disfrutar de dicho espacio de manera   permite que la gente cualquiera se imagine a sí misma sin

 responsable, reconociendo como participación los diversos   necesidad de seguir los cánones del cine industrial y auto-

 tipos de relaciones sociales que de hecho se producen en di-  ral, y sin necesidad de preocuparse por la ganancia privada.

 chos espacios; tanto aquellas actividades que se dan de ma-  Al contrario, se trata de intentar generar riqueza social me-

 nera espontánea (tomar el sol, pasear al perro, etc.) como   diante un proceso de narración y representación colectiva,

 aquellas que se planifican cuidadosamente y de forma recu-  poniendo la vida de la gente en el centro. Según afirma Fer-

 rrente (universidad libre, torneos deportivos, huertos urba-  nández, “desde Cine sin Autor consideramos que la autori-

 nos, etc.).  dad y el poder de producción y gestión del arte y la cultura

 Eva Fernández escribe como integrante de Cine sin   es una responsabilidad y un derecho de todas”.


 Autor (CsA), colectivo constituido en el Patio Maravillas   A partir de una lectura crítica de La condición humana

 de Madrid en el año 2008. Frente a los relatos y represen-  de Hannah Arendt, Carolina León cuestiona el apoliticis-

 taciones que promueve habitualmente la cultura mediática   mo que supuestamente define a la “esfera privada” frente a

 capitalista y plutocrática a través de los grandes medios de   la “esfera pública”, constatando que esta nociva idea se sigue

 comunicación, CsA se atreve a formular la siguiente pre-  reproduciendo de algún modo en las organizaciones próxi-

 gunta: “¿Puede el pueblo representarse a sí mismo?”. Entre   mas a la llamada “nueva política”. Como señala León, más

 otras experiencias, Fernández recuerda en su ensayo la reac-  allá del nivel de compromiso o de politización de las perso-


 ción adversa que produjo esta pregunta por parte del gru-  nas, la construcción de organizaciones populares sostenibles






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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  3 , 2016-2017
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