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sicos del planeta. Todo ello se vuelve especialmente urgente tadores, convirtiéndose así en la primera película en recibir
en una época en la que el indicador de la huella ecológica tales galardones —incluyendo el Goya a la mejor pelícu-
muestra que la humanidad está utilizando hoy día la capaci- la y al mejor director— a pesar de tener un público tan re-
dad ecológica de 1,5 planetas Tierra. Así pues, teniendo en ducido. Teniendo en cuenta la compleja relación que Ro-
cuenta la importante expansión del movimiento decrecen- sales mantiene con el público a partir de la crisis de 2007,
tista en España y en el Sur de Europa en general, Prádanos Gonzalo se propone estudiar tanto las técnicas experimen-
analiza cuatro intervenciones culturales específicas: el im- tales del director (v.gr. la polivisión) como aquellas técnicas
pacto del manifiesto académico “Última llamada. Estamos características de los códigos realistas que se aprecian a tra-
ante una crisis… de civilización”, las estrategias contrapu- vés del filme, todo ello a fin de analizar las posibles implica-
blicitarias que se difunden a través de la página web de con- ciones y efectos que dichas técnicas pueden provocar en la
sumehastamorir.org, el documental Sobre ruedas. El sueño del audiencia. A partir del nuevo contexto que desata la Gran
automóvil (2011), dirigido por Óscar Clemente y la obra Recesión, Gonzalo se pregunta: “¿En qué términos articula
gráfica Memorias de la Tierra (2012) del dibujante y autor [el filme] su relación con este contexto económico-social de
Miguel Brieva. Asimismo, Prádanos invita a la crítica cultu- crisis y hasta qué punto proyecta vectores de regeneración
ral peninsular a enfrentarse seriamente a la crisis socioeco- de la misma?” Gonzalo concluye su análisis constatando que
lógica en la época del capitaloceno, sobre todo a la hora de Rosales apuesta por la creación de un espacio discursivo que
abordar muchos de los temas que frecuentemente se con- invita a los espectadores-ciudadanos a desempeñar un pa-
templan como fenómenos aislados dentro del campo de la pel más activo en la vida política española. En palabras del
crítica cultural (v.gr. las representaciones de la inmigración, autor: “el cineasta barcelonés participa como un integran-
la degradación socioeconómica, la cultura digital o los estu- te más del proyecto de reconstrucción de un imaginario di-
dios culturales urbanos) sin atender realmente a sus causas ferente desde el que construir una España aún desconocida
estructurales y profundas. pero que recién está partiendo de cero”.
Ya desde los inicios de la Gran Recesión, Jaime Rosales En el apartado de ensayo, el colectivo Basurama proble-
se erige como uno de los principales directores que adopta matiza el concepto tradicional de la participación con res-
una estética experimental, apartándose de las convenciones pecto a cuatro conceptos clave: la lógica de la abundancia,
del cine comercial —junto con Guerín, Recha y Lacues- la cooperación, la precariedad y el trabajo en los campos.
ta— a fin de representar diversos aspectos de la realidad so- Frente al lujo individual típico de las clases medias —basa-
cial del siglo XXI, como el paro o la desconfianza frente a do en el consumo y no en la cooperación— Basurama de-
los políticos. A través de su estudio, Iñaki Gonzalo anali- fiende diversas formas de “lujo colectivo”, por ejemplo el
za La soledad, película que en el año 2008 recibió tres pre- transporte público, los sistemas de salud y educación pú-
mios Goya a pesar de que solo fue vista por 41.000 espec- blica o el acceso a alimentos de calidad. Asimismo, desde
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017