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nes comenzaron a extender todo un imaginario de la repre- mos años, coincidiendo con una mayor densificación de la
sión que no ha dejado de continuar desde entonces, multi- mirada sobre la crisis y con el gobierno del Partido Popular
plicando la indignación de unos ciudadanos que han sido en el poder, se hayan estrenado tres películas de género po-
forzados a convivir con la progresiva militarización de una liciaco en las que sus protagonistas operan al margen de la
policía que ejerce en el espacio público el monopolio de ley, como son, además de Grupo 7 (2012), las cintas No ha-
una violencia que se transfiere simbólicamente al repertorio brá paz para los malvados (Urbizu, 2011) y El cuerpo (Paulo,
de tecnologías necropolíticas que los movimientos sociales 2012). El tráiler de la película de Urbizu sirvió además como
despliegan en calles y plazas. Además de las guillotinas, ar- base del detournement del vídeo de campaña electoral del
mas domésticas como horcas o tijeras gigantes de cartón de partido político Izquierda Unida en 2011 bajo el título “No
fabricación casera, se enfrentan en las calles a todo de un habrá paz para los mercados”, en el que se denuncia ex-
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arsenal de helicópteros, porras, bolas de goma o gases lacri- plícitamente la pérdida de soberanía por parte del estado a
mógenos que convierten las imposiciones de las decisiones manos de esos mercados/malvados: “Hoy el (poder) Cons-
de una mayoría parlamentaria en un acto de violencia con- tituyente son los mercados y la especulación financiera”. Se
tra la ciudadanía que disiente. En la escenificación de esas trata de una lectura presente en uno de los marcos del ima-
“armas” asistimos, de un tiempo a esta parte, a la acción de ginario de la crisis, que considera la convivencia entre los
intercambio de las tijeras o sierras de la política de los recor- poderes políticos y financieros como una auténtica mafia
tes presupuestarios, que pasan de las manos de los banque- transnacional, según ponen de manifiesto algunos de los le-
ros y políticos que las portan en carteles o marionetas, a las mas bajo los que se han convocado concentraciones sociales
manos de los ciudadanos que las han fabricado, haciendo en España como “Fuera mafia, hola democracia” o “Jaque a
ostentación de un gasto improductivo frente a las partidas la mafia”. El paradigma de la ficción policial operaría como
de capital procedente de los recortes que se destina a engro- elemento de mediación o sustitución del lenguaje político
sar los gastos de armamento. en un marco significante que considera que ya no puede ha-
Volvemos en este punto a la interpelación que se reali- blarse de política, sino de un negocio organizado basado en
za a los espectadores desde el cartel de la película Grupo 7: el robo y la extorsión amparados por las instituciones. Este
“¿Confías en quien te protege?” El hecho mismo de formu- marco conceptual es utilizado en los países del Sur de Eu-
lar la pregunta nos coloca en un nuevo marco conceptual ropa para hacer referencia a las diferentes instancias políti-
como es el de la guerra sucia por parte de los aparatos repre- cas y económicas responsables de la crisis de deuda, como
sivos del Estado en cuestiones de política interior, alimenta- es el caso de las empresas de construcción en las que pervive
do por el impacto que tuvieron antes de la crisis financiera
del 2008 series de difusión global como The wire (2002-
2008). Resulta especialmente significativo que en los últi- 20 Puede consultarse en <https://youtu.be/iP-4q9P9u7M>.
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017