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(Guillén 65), una memoria de la materialidad de la exis-  within the circuits of production and distribution, con-

 tencia humana y de las cosas que utilizamos en nuestras vi-  sumption and exhibition, has been arrested, how-ever

 das para dar significado a nuestras experiencias íntimas, de   momentarily. The story of objects asserting themselves
                            as things, then, is the story of a changed relation to the
 crear nuestras geografías personales y espacios simbólicos.   human subject and thus the story of how the thing real-

 Los bolardos que aparecen en el primer plano refuerzan un   ly names less an object than a particular subject-object

 sentimiento de movimiento retardado, ya que el sofá ocu-  relation. (4)

 pa un lugar más allá donde parece tener acceso a otro tipo


 de futuro, independiente de cualquier espectador fotográfi-  Comenzamos a observar los objetos como cosas cuando

 co. El sofá, echado del ambiente íntimo, ocupa ahora el es-  dejan de funcionar: cuando el taladro se rompe, cuando
                            el coche se cala, cuando las ventanas se ensucian, cuan-
 pacio público. Ahí se encuentra, repentinamente, protago-  do su flujo dentro de los circuitos de producción y dis-

 nista de otra trama y ahí comenzará otra trayectoria vital, o   tribución, consumo y exhibición ha sido arrestado, por

 como producto recogido y reciclado o como materia reco-  momentáneo que sea. La historia de los objetos reivin-

 gida y llevada a un paradero más permanente, quizá dentro   dicándose como cosas es la historia de una relación cam-

 de otra casa más humilde o dentro de algún vertedero mu-  biante con el sujeto humano y, por lo tanto, de cómo la
                            cosa realmente nombra menos un objeto y más una re-
 nicipal. Gay Hawkins, reflexionando sobre una obra foto-  lación sujeto-objeto particular.

 gráfica de Bill Keaggy titulada “50 Sad Chairs” (“50 sillas

 tristes”), comenta que precisamente este tipo de basura do-  Las imágenes de cubos industriales de pintura, cajas des-

 méstica funciona para recordarnos de “una relación en que   echadas de hortalizas, bolsas de plástico, cajas de cartón

 podemos ver la fuerza de la conversión y la transitoriedad, y   amontonadas, inodoros de porcelana rotos, colchones des-

 sentir la emergencia de otros tipos de usos y de posibilida-  vencijados, desperdicios orgánicos e inorgánicos, coches y

 des” (59). A su vez, el mueble exiliado nos invita a reflexio-  contenedores de plástico quemados, que en el 2013 sirvie-

 nar sobre nuestras propias interacciones con las cosas, desde   ron durante unos días como evidencia de una contienda

 la adquisición hasta el desecho.   más entre capital y fuerza laboral en la España democrática,


 Lo que vemos en todas estas imágenes es el poder de la ba-  muestran que la basura tiene mucho que decirnos sobre

 sura de hacer visibles las cosas como cosas en sí. En su teoría   nuestra  realidad  cultural.  Dentro de  su discusión del

 de las cosas (“Thing Theory”), Bill Brown observa que solo   materialismo vitalista de Walter Benjamin, Maurizia Bos-

 comenzamos a percibir los objetos como cosas cuando dejan   cagli apunta que la energía de la materia prima se concen-

 de funcionar como deberían:   tra en el producto de consumo, y que una vez abandonado


         ese producto, esa energía se vuelve floja pero nunca desa-
 We begin to confront the thingness of objects when they

 stop working for us: when the drill breaks, when the   parece (29). Tal y como vimos durante la huelga sanitaria,

 car stalls, when the windows get filthy, when their flow   las cosas, una vez que dejan de circular y desaparecer, hacen





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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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