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visibles los circuitos interconectados, globales siempre, del   is where the look, feel and taste of the city come into

 capital, de la materia, del trabajo, y nos recuerdan que la   play. Unfortunately for those residents of Barcelona who

 cultura siempre viene acompañada de la basura y que nues-  aspire to a normal urban experience, this focus on sensa-
                            tion as both a side-effect and progression of the Barce-
 tra relación con los objetos no cesa cuando los echamos al   lona brand image has had deleterious effects as regards

 cubo de la basura.         quality of life in the city. (110)

 Este ensayo comenzó con un breve repaso de algunos de

 los procesos por los que el Madrid democrático, y en especial   es donde el aspecto, el sabor, y el sentir de la ciudad


 a partir de 1986, emprendió un proceso prolongado y con-  entran en juego. Desafortunadamente para los residen-

 tinuado de consolidación democrática basada en una políti-  tes de Barcelona que aspiran a una experiencia urbana
                            normal, este enfoque en la sensualidad como efecto se-
 ca neoliberal, desmovilizada, y cuyo enfoque fue principal-  cundario y progresión de la marca Barcelona ha tenido

 mente el consumidor. En su libro sobre la transformación   efectos dañinos en cuanto a calidad de vida dentro de la

 de Madrid durante la Transición, Hamilton Stapell ha mos-  ciudad.

 trado que, después de una época de gran impulso democrá-

 tico y progresivo entre los años 1979 y 1986, “the national   Pero en Madrid la huelga sanitaria hizo aparecer —y per-


 leadership of the PSOE was seduced by Europeanization,   manecer en su afterlife digital— los indicios malolientes y

 neoliberalism, and material prosperity” (“el liderazgo na-  a veces caóticos de una comunidad de humanos vivos que

 cional del PSOE fue seducido por la europeización, el neo-  existen detrás de las fachadas relucientes y de los andamios

 liberalismo, y la prosperidad material”), y que el resultado   publicitarios que encarnan la versión de la ciudad capital

 final fue “corruption, less social equality, decreased mobili-  promocionada por los organismos estatales de turismo e in-

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 zation, and the willingness to favor stability and economic   dustria.  En noviembre del 2013 la acumulación gradual
 growth at almost any cost” (“la corrupción, menos igualdad   de basura y su documentación fotográfica y archivo digital

 social, menos movilización social, y la disposición de favo-  sirvieron como monumento no solo a los deseos de un gru-

 recer la estabilidad y el crecimiento económico a toda cos-  po de trabajadores sanitarios de conseguir un sueldo digno


 ta”; 199). Robert Davidson y otros (Loxham; Vilaseca) han   y unas horas laborales humanas, sino también a los procesos

 señalado que Barcelona emprendió procesos similares y con

 impactos parecidos. La imagen de Barcelona que surge del   11
            Solo hay que repasar un par de textos dedicados al análisis de la basu-
 deseo tecnocrático de sus políticos —el desarrollo, la espe-  ra (Rogers, por ejemplo) para comprender que si no fuera por la dispo-

 culación, la transformación— se predica también sobre la   nibilidad del estado de encargarse de los procesos de recogida y proce-

 promesa de una experiencia urbana nueva. Tal y como ase-  samiento de los residuos urbanos no existiría el capitalismo del tipo que

 vera Davidson, esta promesa sensual   gozamos en la actualidad. Solo tiene que dejar de funcionar el sistema
         sanitario de limpieza viaria para ver que el sistema capitalista de usar y

         tirar no es sostenible en ningún sentido.





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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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