Page 60 - Revista2
P. 60
visibles los circuitos interconectados, globales siempre, del is where the look, feel and taste of the city come into
capital, de la materia, del trabajo, y nos recuerdan que la play. Unfortunately for those residents of Barcelona who
cultura siempre viene acompañada de la basura y que nues- aspire to a normal urban experience, this focus on sensa-
tion as both a side-effect and progression of the Barce-
tra relación con los objetos no cesa cuando los echamos al lona brand image has had deleterious effects as regards
cubo de la basura. quality of life in the city. (110)
Este ensayo comenzó con un breve repaso de algunos de
los procesos por los que el Madrid democrático, y en especial es donde el aspecto, el sabor, y el sentir de la ciudad
a partir de 1986, emprendió un proceso prolongado y con- entran en juego. Desafortunadamente para los residen-
tinuado de consolidación democrática basada en una políti- tes de Barcelona que aspiran a una experiencia urbana
normal, este enfoque en la sensualidad como efecto se-
ca neoliberal, desmovilizada, y cuyo enfoque fue principal- cundario y progresión de la marca Barcelona ha tenido
mente el consumidor. En su libro sobre la transformación efectos dañinos en cuanto a calidad de vida dentro de la
de Madrid durante la Transición, Hamilton Stapell ha mos- ciudad.
trado que, después de una época de gran impulso democrá-
tico y progresivo entre los años 1979 y 1986, “the national Pero en Madrid la huelga sanitaria hizo aparecer —y per-
leadership of the PSOE was seduced by Europeanization, manecer en su afterlife digital— los indicios malolientes y
neoliberalism, and material prosperity” (“el liderazgo na- a veces caóticos de una comunidad de humanos vivos que
cional del PSOE fue seducido por la europeización, el neo- existen detrás de las fachadas relucientes y de los andamios
liberalismo, y la prosperidad material”), y que el resultado publicitarios que encarnan la versión de la ciudad capital
final fue “corruption, less social equality, decreased mobili- promocionada por los organismos estatales de turismo e in-
11
zation, and the willingness to favor stability and economic dustria. En noviembre del 2013 la acumulación gradual
growth at almost any cost” (“la corrupción, menos igualdad de basura y su documentación fotográfica y archivo digital
social, menos movilización social, y la disposición de favo- sirvieron como monumento no solo a los deseos de un gru-
recer la estabilidad y el crecimiento económico a toda cos- po de trabajadores sanitarios de conseguir un sueldo digno
ta”; 199). Robert Davidson y otros (Loxham; Vilaseca) han y unas horas laborales humanas, sino también a los procesos
señalado que Barcelona emprendió procesos similares y con
impactos parecidos. La imagen de Barcelona que surge del 11
Solo hay que repasar un par de textos dedicados al análisis de la basu-
deseo tecnocrático de sus políticos —el desarrollo, la espe- ra (Rogers, por ejemplo) para comprender que si no fuera por la dispo-
culación, la transformación— se predica también sobre la nibilidad del estado de encargarse de los procesos de recogida y proce-
promesa de una experiencia urbana nueva. Tal y como ase- samiento de los residuos urbanos no existiría el capitalismo del tipo que
vera Davidson, esta promesa sensual gozamos en la actualidad. Solo tiene que dejar de funcionar el sistema
sanitario de limpieza viaria para ver que el sistema capitalista de usar y
tirar no es sostenible en ningún sentido.
60 61
Revist a de alces XXI Número 2 , 2014-2015