Page 48 - Revista2
P. 48

La huelga de basura comienza como problema estético,

         pero se puede ver dentro de las imágenes creadas por fotó-

         grafos no profesionales que es también una crisis que posi-

         bilita una concienciación (temporal) ética. Uno se permite

         imaginar que con el paso de los días la indignación se con-

         virtiera en concienciación. No solo uno se pregunta ¿por

         qué creamos tanta basura?, sino también ¿cómo reducir la


         creación de la basura? Y ¿hay otra manera de deshacernos de

         todos estos restos? ¿Por qué la necesidad de tantos envases?

         Es entonces cuando —uno se permite suponer— los ciuda-

         danos concienciados comienzan a convertir la basura mis-

         ma en materia editorial. Las fotos recopiladas en el archivo

         online de El País y circuladas mediante medios sociales de

         comunicación como Twitter muestran que los residuos no


         son solo residuos sino también materia prima para la expre-

         sión de una crítica política al sistema tardocapitalista. To-

         dos hemos visto en el metro, quioscos, paradas de autobús y

         otros espacios públicos de las ciudades españolas las críticas

         políticas y comentarios ácidos en forma de grafiti —algu-

         nos más creativos que otros— sobre la corrupción institu-

         cionalizada, la degradación medioambiental y la desapari-

         ción del compromiso político dentro de una población de                                                                            Fig. 3. Ciudadano/Consumista, artista desconocido © Samuel Amago

         ciudadanos convertidos en consumidores. [Fig. 3]


             La transformación política de una ciudadanía comprome-                                                              taria tuvo un impacto de mayor profundidad, debido prin-

         tida en consumistas menos conscientes forma parte del pro-                                                              cipalmente a la escala geográfica de zonas urbanas afectadas

         yecto neoliberal posdictatorial que describen Compitello,                                                               por el amontonamiento de la basura y al hecho de que mu-

         Gómez L-Quiñones y Stapell. La imagen que aparece en la                                                                 chísimas personas contribuyeron a estos montones.

         figura 3 se apropia del mismo aparato publicitario —que a                                                                   La colocación de una bolsa de basura en la calle puede ser

         su vez ocupa el espacio público de la parada de autobuses—                                                              un ejemplo de expresión comunitaria y política. La com-

         para denunciar este proyecto neoliberal en términos gráfi-                                                              bustibilidad de los montones de basura que aparecieron


         cos irónicos. Pero más que cualquier grafiti, la huelga sani-                                                           en las calles de Madrid proveyó quizás la manera más ob-






       48                                                                                                                                                                                                                              49
                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                           Número  2 , 2014-2015
   43   44   45   46   47   48   49   50   51   52   53