Page 354 - Revista2
P. 354
Sin embargo, esta “democratización” del cine, y la conse- cen este tipo de material. De este modo, después de sus dos
cuente aparición de una cantidad ingente de proyectos, no años de recorrido por festivales, el corto ya no está obligado
ha ido de la mano de una capacidad de exhibición similar. Y a quedar metido en un cajón, ahora pasa a formar parte de
considero que, en gran medida, esto ha sucedido por coin- un catálogo riquísimo para los espectadores. Y esto es algo
cidir con la crisis económica de los últimos años. Mientras muy valioso y positivo para la cultura y para que evolucione
que el número de obras ha aumentado considerablemen- el lenguaje cinematográfico.
te, hemos sido testigos, al menos en España, de cómo han
desaparecido muchísimos festivales, salas de cine e, incluso,
casi todas las subvenciones. A esto se suma que los festiva- ¿Cuál crees que es tu público? ¿Cómo te lo imaginas?
les que han logrado mantenerse en activo ahora reciben — ¿Cuál te gustaría que fuera tu público? ¿A quién te gus-
por esta doble realidad: más producción/menos espacios de taría apelar?
exhibición— hasta el doble de obras de las que solían, sin
que, por lo general, debido a los presupuestos, hayan po- Me interesa muchísimo la definición que Rosselini le dio
dido aumentar el número de sus programadores. Es obvio al cine: “El cine, otra ventana al mundo”. Es así como yo
que esto implica una situación crítica. percibo la pluralidad de realidades. Estamos enormemente
También es cierto que en la última década la percepción condicionados por unos entornos (familia, sociedad, políti-
acerca del cortometraje ha cambiado mucho. En épocas an- ca, economía) que, por lo general y por nuestra propia na-
teriores solía concebirse casi de forma exclusiva como el paso turaleza, son muy limitados y están cargados de prejuicios y
previo al largometraje; hoy, sin embargo, ya no es del todo valores heredados. Se trata de una realidad que, por suerte
así. Creo que igual que en la literatura, donde el cuento ya y por desgracia, también nos ayuda a vivir y a sobrevivir. El
no se entiende como el género menor de la novela, el cor- buen cine, como también otras formas de expresión artísti-
to ya no se concibe tampoco como la carta de presentación ca, permiten romper con esas barreras para entrar, con una
para el largo, sino como una realidad en sí misma, con sus actitud entre inquieta y curiosa, en otros mundos que nos
propias necesidades de ritmo y estructura. confrontan, como un espejo, con nosotros mismos. Ese es
Claro está, esto necesita todo un proceso educativo en el el espectador que me interesa, el que se cuestiona e interro-
espectador y espacios de exhibición que no se limiten a los ga de forma continua y constante y con una actitud cons-
festivales de cine, algo que paulatinamente está ocurriendo. tructiva —que no es lo mismo que positiva, ya que crecer
En los últimos años, a la par que estos festivales han ido des- a veces nos conduce hacia desiertos para transitarlos hasta
apareciendo, se han abierto también plataformas de internet encontrar otros lugares—. Me interesa un espectador des-
interesantísimas, tanto gratuitas como de pago (Plat, Már- pierto a la vida, que no se limite a “emborracharse” de cine,
genes, Feelbakers, Filmin —sólo en España—) que ofre- libros o arte plástico, es decir, una suma de datos eruditos,
354 355
Revist a de alces XXI Número 2 , 2014-2015