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Tal modelo de activismo bufo es en principio muy atrac- que las cómicas danzas entre bufón y soberano escenifica-
tivo para un programa como el de Polònia. Si atendemos a das por el programa corresponden (al escribir este ensayo)
las estadísticas y datos que se dan para el programa, sin em- al período entre febrero del 2006 y noviembre del 2014, el
bargo, nos damos cuenta de que los parámetros no se ajus- momento en que, y prácticamente coincidiendo con la cri-
tan totalmente a la técnica del bufón propuesta. Es cierto sis global, empezaron a tambalearse en Catalunya las estruc-
que la complicidad de códigos entre programa y audiencia turas autonómicas puesta en marcha en la transición, y con
es muy alta; pero la dirección del arco de influencia de bu- ellas todo el embalaje democrático español sostenido mal
fón a audiencia no se produce del todo en el sentido indi- que bien desde la constitución de 1978, la general di-sin-
cado: tal como anotan Carme Ferré y Catalina Gayà en un tonía política entre la audiencia catalana y la no catalana
estudio de datos, “ni en la encuesta de calle ni en los focus se irá haciendo más y más evidente. Ferré y Gayà anotan
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groups se revela que un programa como éste [Polònia] pue- por ejemplo en su estudio del año 2010 que “hay medios
da influir en su opinión. Los encuestados lo niegan en un que han confundido los personajes de Polònia con el polí-
90,8%” (24). tico que imitaban” (15). Esa identificación errónea, ese
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Por otra parte, por parte de la audiencia tampoco se da paso de lo ficticio a lo real se ha dado siempre, en relación a
en el caso de Polònia una identificación completa del bu-
fón con el rey, aunque sí se da de forma intensa el reconoci- 10 Este ensayo toma el 6 de febrero del 2006, fecha de la primera emi-
miento de la técnica de la identificación bufón-rey. Justo lo sión de Polònia en TV3, como marco inicial de análisis del programa;
contrario, precisamente, de lo que ocurre cuando el conte- y la consulta popular del 9 de noviembre del 2014 y las celebraciones
nido del programa llega a una audiencia y espacio no cata- del tricentenario de los Estatutos borbónicos de Nueva Planta de 1714
lán, que normalmente sí identifica e incluso a veces confun- como su marco de cierre. El programa continúa en antena en este mo-
mento (julio de 2015).
de al bufón (ficticio) con el rey (real). Si tenemos en cuenta
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11 Ferré y Gayà: “El 28 de marzo del 2008 la revista Spanish Real Esta-
te. La revista del mercado inmobiliario ilustraba una información sobre
capacidad de acabar sustituyéndole. Es así como el activismo del bufón, la crisis del mercado con una imagen del actor Xavi Noms, que en ese
el hombre que se disfraza de rey, ha encontrado en la serialidad televisiva momento representaba Antoni Castells, conseller de Economía de la Ge-
un formato muy productivo, porque la repetición permite que el recep- neralitat de Catalunya” (15). En los dos últimos años las confusiones se
tor entre en complicidad con el dispositivo, rehaciendo así el carácter han multiplicado —desde The Guardian dando un mapa de España en
multidireccional del procedimiento carnavalesco, donde todos los regis- el que faltaba Cataluña (imagen tomada inadvertidamente de Polònia),
tros están en juego: el personaje inicial, su substituto y el público que le hasta el periódico La Razón publicando por error una foto del personaje
manipula y le domina”; Balló 59). de Ada Colau (interpretado en Polònia por la actriz Agnès Busquets) en
lugar de una real y criticando el sketch confundiéndolo con una inter-
9 Con la calificación de audiencia y/o espacio catalán me refiero a la au- vención real de la activista—. En La Razón, 6 de abril, 2013; Reporta-
diencia y al espacio que se corresponde con la delimitación geográfica de do por Villaweb, http://www.vilaweb.cat/noticia/4102551/20130406/
Catalunya, que es la que tiene acceso al programa. razon-publica-foto-lada-colau-polonia-error.html.
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Revist a de alces XXI Número 2 , 2014-2015