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acercaron a mirar y a preguntar pero se fueron sin multar a   tres: las postales turísticas de estética vintage con fotogra-

 nadie (Daniel).  fías de casas derribadas,  determinados murales donde el
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 Tal vez la policía no haya intervenido hasta ahora en #fP   Ajuntament permite temporalmente el grafiti y, finalmen-

 porque la especulación neoliberal depende de una canti-  te, el procedimiento oficial (con examen y licencia) que el

 dad mínima de “ruido” cultural en la ciudad para no gene-  Ajuntament ha organizado para los habitantes que quie-

 rar una impresión dictatorial en los consumidores. No estoy   ren tocar música en la calle (Andreu, “Los músicos”). Estos

 hablando aquí del paquete cultural, monumental y despo-  ejemplos dan a los consumidores una impresión de ciudad


 litizado con el que se ha construido la Barcelona pos-Olim-  libre. Como explica Sharon Zukin en su investigación sobre

 piada (un ejemplo claro sería el nuevo equipamiento “cul-  Nueva York, la oferta cultural, a veces “ruidosa”, se utiliza

 tural” en la plaza de Salvador Seguí),  sino de momentos   como manera de atraer a futuros residentes y turistas; una
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 cotidianos de “apparent looseness” (libertad/apertura apa-  vez que se compran las viviendas, el costo de vida aumenta,

 rente) cuando se le permite cierta visibilidad reducida a la   desplazando la vida cultural existente o su promesa de ella.

 cultura ciudadana o “ruido” (Franck 24). Esto quiere decir   En el Raval y en el Born, no solamente se ha incrementado

 que el ruido puede ser incluido por razones de rentabilidad   el precio de la vivienda sino también la regulación (Fernán-


 estética, aunque también puede ser excluido por el mismo   dez 32). La mayor parte de la cultura/ruido que hoy puede

 motivo. A menudo la frontera entre “cultura” y “ruido” no   encontrarse en los lugares públicos barceloneses está some-

 está clara.  tida a una estrecha regulación por parte del Ajuntament, si-

 En Barcelona he observado que esta reducida y permisible   mulando un paisaje de espontaneidad y esparcimiento po-

 cultura/ruido de los ciudadanos se manifiesta de dos mane-  pular.

 ras. La primera manifestación se produce cuando la cultura/  La segunda manifestación en la que aparece la cultura/

 ruido está regulada y convertida en producto de consumo   ruido se da cuando se producen casos singulares que sor-

 y, en el caso de que inicialmente ejerciera alguna resistencia   tean la regulación y la comercialización, como puede ser el

 política, esta última disminuye o desaparece por completo.   caso de #fP, un flash mob, o un vendedor o músico ambu-


 Existen numerosos ejemplos, aunque aquí nombraré solo   lante.  Estas intervenciones de baja confrontación política
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 22  Como argumenta Mari Paz Balibrea, la mayor transformación urba-  23  En mi blog se puede ver un ejemplo de una instalación autogestio-
 nística realizada en la Barcelona pos-Olimpiada se ha hecho (de forma   nada del 2005 que criticaba la gentrificación en la Barceloneta. Unos

 aparentemente neutral) en nombre de la cultura —una cultura privada   años más tarde la encontré incluida en una serie de postales turísticas de
 de reivindicación política y por lo tanto de fácil consenso político (192)   la empresa UrBarna: http://megansaltzman.blogspot.com/2007/10/ba-

 —. Consecuentemente, el casco antiguo se ha llenado de instituciones   red-walls.html.
 culturales para atraer a los turistas y a una nueva clase de inquilinos de

 mayor poder adquisitivo.  24  Como escribe Walter Benjamin en las afamadas tesis sobre la resisten-






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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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