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cionado que en esta otra red social se haya apostado por una   sión en el sentido aportado por Gumbrecht (2004), aunque

 página y no una cuenta de usuario estándar. Podemos acce-  sin desprendernos de los parámetros enunciados por Lefeb-

 der esta página con el enlace <https://www.facebook.com/  vre en 1974: la fenomenología lefebreviana de los espacios

 pages/Ramón-Gómez-de-la-Serna/136872976385767>.   de inscripción se traslada con gran fuerza a los entornos di-

 La gestión con este sistema limita la capacidad de interac-  gitales y el hecho presencial gumbrechtiano es clave para


 ción y el componente social; además, suprime toda opción   entender la importancia de la visibilización en la red. En el

 de crear una relación entre iguales. La página no es un usua-  contexto digital, las opciones de configuración de perfiles

 rio, es una entidad diferente cuya visibilidad está condicio-  en redes sociales, juegos en línea y comunidades virtuales de

 nada por algoritmos concretos de la red social y no hay una   todo tipo se traducen en recursos de producción de presen-

 aceptación de amistad, sino un simple “me gusta”: menos   cia, puesto que el usuario puede escoger un sobrenombre o

 personal, menos comprometido y socialmente asimétrico    nick, una imagen que le represente e introducir datos per-
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 frente a la imposición de reciprocidad que conllevan las so-  sonales (como lugar de residencia o nacimiento, por ejem-


 licitudes de amistad en Facebook.   plo) así como completar otros muchos datos y campos de

 Es muy importante destacar que aunque los recursos em-  usuario. Toda esa información puede ser real, sesgada o fic-

 pleados para estos muchos Gómez de la Serna y los Borges   ticia, según desee el usuario de acuerdo a sus intenciones,

 son los mismos que sirven para llevar a cabo acciones como   grado de “extimidad”, etc. Esto se da incluso en las comu-

 la suplantación de identidad digital en espacios sociales, el   nidades virtuales que pretenden que el usuario dé informa-

 objetivo es claramente diferente. La suplantación de iden-  ción real: si hay voluntad de esconder la identidad real o

 tidad, en el mundo real o en cualquiera de los mundos vir-  sesgarla de algún modo, esto puede hacerse sin muchas difi-

 tuales, implica un elemento de apropiacionismo evidente   cultades. Asimismo, en cada comunidad digital (con pocas

 mediante la usurpación de los espacios de poder y de pro-  excepciones) los identificadores públicos de usuario suelen


 ducción de presencia de una persona. Empleamos la expre-  ser únicos y, comúnmente, coincidentes con el nick, por lo
         que puede darse una apropiación parcial del espacio de otro


         usuario en casos donde ese identificador (nick o nombre
 mente, un 1,5% se corresponderían con cuentas para actividades no de-

 seadas, como publicidad abusiva (Gruener, “Facebook”).  real) sean compartidos.
             Un ejemplo relevante de apropiacionismo con intención
 20  Aunque las relaciones en Twitter son asimétricas, esto es un hecho ge-
 neralizado. En Facebook, se trata de un fenómeno específico derivado   de suplantación y un comportamiento próximo al fenóme-
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 del comportamiento diferenciado de los grupos y páginas frente a los   no troll  que se dio en el contexto de la esfera literaria en

 perfiles de usuario. No es, por tanto, una situación paralela a la de Twit-
 ter, sino una fenomenología de simetría y asimetría social según la taxo-
 nomía de tipo de usuario (perfil, página o grupo) que se establece den-  21  Trolear puede conllevar un amplio espectro de acciones que, en líneas

 tro de Facebook.  generales, consisten en publicar comentarios en algún medio digital pú-





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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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