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En este sentido, decidí que Ramón debería contar con   en casos como los de Borges o Gómez de la Serna, autores
 su propio perfil, extraído de sus propias palabras en al-  ingeniosos y brillantes) con el objetivo de reforzar la vincu-

 gunos extractos de su autobiografía, para que sus lecto-  lación afectiva con la comunidad y potenciar los elementos

 res interactuaran directamente con él. Además, creé una
 línea de tiempo de Twitter que recoge greguerías y otras   positivos de la marca yo. En definitiva, se trata de asumir

 referencias y Ramón en vivo y en directo hechas por   los mejores cánones de praxis profesional (en cuanto al uso

 otros usuarios de Twitter. (280)  de las redes sociales) bajo el paradigma de la mercadotec-
         nia. Con ello se podrá potenciar y favorecer el desarrollo del

 La humanización potencia la vinculación afectiva y el jue-  producto que se oferta, incluso cuando este es tan inmate-

 go de ingenio de la greguería para fomentar la escritura en   rial o difícil de valorar en sistemas de monetización mercan-

 la red: otros se suman a la línea estética ramoniana con el   tilista como los que hemos expuesto en estas páginas.

 impulso de su avatar en Twitter. Este Gómez de la Serna se   De hecho, la humanización y potenciación afectiva en

 relaciona con otros usuarios, intercambia tuits y responde a   Twitter de @RGdelaSerna muestra buenos resultados cuali-

 las preguntas: está vivo en tanto en cuanto alguien asume la   tativos en cuanto a sus interacciones (Llosa 279-281), algo


 máscara avatárica de la simulación de la identidad. Esto, sin   que no parece darse en Facebook. Debemos tener en consi-

 embargo, solo es posible si hay un conocimiento profundo   deración que las propias normas de uso de Facebook dificul-

 de la figura del autor sobre el que se realiza la avatarización   tan esos perfiles no reales (grupos de fans, homenajes, perfiles

 y la apropiación de la identidad digital de tal modo que la   de personajes de ficción),  lo que posiblemente haya condi-
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 gestión de los contenidos en la red social sea correcta, apro-

 piada y adaptada a las necesidades y circunstancias de cada

 situación comunicativa que se pueda dar. Llosa ejemplifica   19  Es sabido que la normativa de Facebook es voluble y ha dado giros

 esto claramente cuando esboza la posibilidad de “difundir   radicales en determinadas políticas de uso a lo largo de su historia. Es-

 los primeros párrafos de la Automoribundia […] en el ani-  trictamente, en estos momentos es obligatorio usar el nombre real y se
         prohíbe expresamente crear perfiles de personajes ficticios e incluso de
 versario de su cumpleaños […] ya que en ellos hace referen-  cualquier persona que no seamos nosotros; la intención de la norma vi-

 cia a su momento y lugar de nacimiento” (Llosa 282).   gente parece ser estimular la creación de grupos y páginas (que no perfi-

 Ese mismo conocimiento de la figura apropiada y de su   les) de personas o productos. Sin embargo, es también hecho sabido que

 obra literaria es lo que permite una relación natural con la   un importante porcentaje de las cuentas de usuarios no son reales. En la
         documentación aportada por Facebook ante la Securities and Exchange
 comunidad ramoniana en Twitter. A diferencia de la verti-  Comission de Estados Unidos en agosto de 2012 como parte de su infor-

 calidad de la web o el blog, que tantas ocasiones se traslada   me financiero, la empresa cifró en un total de 955 millones los usuarios

 a las redes sociales (donde debería darse una horizontalidad   registrados (los 1.000 millones se alcanzaron en 2013). No obstante, de


 esencial), el contacto que se debería dar en estos contextos   ese total (y siempre según los datos aportados por la empresa), un 4,8%
         serían cuentas duplicadas, un 2,4% cuentas mal clasificadas (por ejem-
 digitales es mucho más cercano y próximo (particularmente   plo, cuentas creadas para mascotas, personajes de ficción, etc.) y, final-







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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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