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traspiés (que los hubo), quedan equiparados a la moderni- una mirada más directa sobre los verdaderos problemas po-
zación del país y a un imaginario mayoritario que armoniza líticos, económicos y culturales que afrontamos.
una europeidad lograda y la incorporación al primer vagón Capitalismo y neoliberalismo. No aspiro, en este apartado,
de países occidentales. En este cuadro se dieron esporádicas a minimizar la relevancia del neoliberalismo (que retoma-
voces de alarma, pero esta narrativa se muestra abrumado- ré en las páginas finales de este ensayo), pero sí a repensar
ramente hegemónica: la España autonómica, democrática y su lugar respecto al sistema capitalista y sus transformacio-
liberal, receptora de inmigrantes y residentes de lujo se sa- nes estructurales de las últimas décadas. El neoliberalismo
cude (subida al corcel del capitalismo tardío) su indecoro- se asocia comúnmente al quehacer intelectual de la Escuela
so atraso histórico. Mientras esta narrativa triunfa, se perfi- de Chicago (los “Chicago boys”), de su miembro más ilus-
la (como en un dibujo invisible en tinta china) un modelo tre (el Premio Nobel Milton Friedman), y la plétora de eco-
distributivo que profundiza las fracturas sociales y dispara nomistas de todas las latitudes que, directa o indirectamen-
la acumulación selectiva de riqueza. Una vez desmoronadas te, se formaron al calor de las innovadoras propuestas de los
las piruetas de este sistema, la tinta china se vuelve percep- años 70 y 80. Aunque la cita es un tanto larga, David Har-
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tible, dejándonos ver con claridad el diseño de un modelo vey delinea un perfil bastante claro de las reformas ampara-
que ocasiona más de un 30% de desempleo, una pérdida das por estos intelectuales y gestores políticos:
ingente de poder adquisitivo, el desahucio de miles de fami-
lias, el rescate millonario de cajas y bancos, una deuda pú- 1) the commodification and privatization of land and the force-
ful expulsion of peasant populations […]; 2) conversion of vari-
blica impagable y varias tandas de privatizaciones, copagos, ous forms of property rights (common, collective, state, etc.) into
re-pagos e impuestos. exclusively private property rights; 3) suppression of rights to the
commons; 4) commodification of labor power and the suppres-
Sin quitar el dedo del renglón: ¡es el capitalismo, idiota! sion of alternative forms of production and consumption; 5) co-
lonial, neocolonial, and imperial processes of appropriation of
Para re-contextualizar el acierto de algunos acercamientos al assets (including natural resources); 6) monetization of exchange
capitalismo, en esta sección voy a comentar cuatro disposi- and taxation […]; 7) the slave trade […]; 8) usury, the national
tivos analíticos que asocian de manera insatisfactoria capita- debt, and, most devastating of all, the use of the credits system as
lismo y neoliberalismo, capitalismo y reformismo (radical), radical means of primitive accumulations. (“Neoliberalism” 35)
capitalismo y democracia, y capitalismo y Unión Europea
(U.E.). En mi opinión, esta serie de pares es decisiva para
entender la coyuntura presente. A menudo, sin embargo, la
interacción entre los dos elementos de cada binomio es des- 8 Para la comprensión de cómo el neoliberalismo evoluciona en España,
recomiendo el ensayo de Sebastián Royo. Éste es uno de los volúmenes
crita de manera inadecuada. Pienso que la reconsideración más iluminadores, inteligentes y mejor argumentados sobre el cambio
crítica de estas cuatro asociaciones despeja el camino para de paradigma ideológico-gestor en la España democrática.
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013