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itics” (“el individualismo metodológico, la separación des- den Isidro López y Emmanuel Rodríguez (5-24), así como
politizadora de lo social y su contexto material, una visión Carlos Prieto del Campo (47-51), los orígenes del modelo
de las relaciones sociales extremadamente voluntarista y el productivo español del siglo XXI son irónicos. El ingente
rechazo de cualquier pragmática política”;166). Desde esta sector del turismo, la expansión abusiva del ladrillo y la in-
posición, se esencializa la inesencialidad de la diferencia y tensificación de una sociedad de servicios y consumo ya ope-
se macro-narrativiza el juego de las irreductibles micro-na- ran como políticas activas del gobierno a finales de los años
rrativas. Como argumenta Arif Dirlik en un célebre ensa- 50. En la transición política hubo ruptura y alguna conti-
yo, estas posturas apuestan, en definitiva, por una historia nuidad. En la transición económica, la democracia robuste-
post-fundacional, alérgica a tabús como la esencia o la es- ce un cuadro productivo instaurado por la dictadura. Ésta
tructura, y con el siguiente y postrero efecto: “with the re- ya fue compatible con la implantación de un capitalismo
pudiation of capitalism and structure as foundational cate- de mercado que se adecuaba además a las necesidades de la
gories there is no mention of a capitalist structuring of the economía global. En segundo lugar, desde la entrada en la
world, however heterogeneous and discrepant the theories UE, España se convierte en un laboratorio internacional en
within it, as a constituting moment of history” (“con el re- el que se experimenta una alquimia explosiva: desindustria-
chazo del capitalismo y la estructura como categorías funda- lización, desmantelamiento de sectores productivos, expan-
cionales desaparece cualquier mención de la estructuración sión del crédito desde manantiales centro-europeos, salarios
capitalista del mundo como un momento constitutivo de la poco competitivos, contención del gasto social, burbuja in-
historia”; 335). Coincido con Dirlik en que sin atender al mobiliaria y crecimiento financiero exponencial. Durante
carácter estructurador y totalizante del capitalismo tardío, los años memorables, la U.E. respalda, sufraga y se benefi-
cualquier postura política resulta celestialmente banal, no cia de este experimento, haciendo de España un prototipo
importa cuánta aura transgresora se le quiera infundir. Es comunitario a seguir: el capitalismo higiénico, postmoder-
más, al desterrar de la agenda política el papel vertebrador no, festivo y con rostro amable (en los periodos de Gonzá-
del capitalismo global, la frontera que deslinda posiciones lez y Zapatero), en el que la bolsa multiplica sus beneficios,
progresistas y conservadoras se vuelve difusa, obviamente a las viviendas no dejan de revalorizarse y el crédito mana co-
favor de la segundas y en detrimento de las primeras. piosamente. En último lugar, antes de caer el castillo de nai-
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Para el caso español, quiero notar tres aspectos específicos pes, partidos progresistas y conservadores, de nivel estatal y
de este papel estructurador del capitalismo. Como contien- autonómico, participan con pequeños matices del orgullo u
orgullos patrio/s. En este tiempo, la grande bourgeoisie ibéri-
7 Así lo han señalado voces como Nancy Fraser para el caso de amplios ca emprende su inflexión global, abordando planes neo-co-
sectores del feminismo de los 80 y 90 (107-13), Brian Barry para el mul- loniales para importantes sectores de la economía latinoa-
ticulturalismo (4-15) y Timothy Brennan para uno de los grandes “villa-
nos” del momento, la institución del Estado (75). mericana. Los éxitos de la economía española, a pesar de sus
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013