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de los orígenes del desastre actual: “Habría sido necesario   su profunda españolidad).

 construir una nueva legalidad democrática: lo que hicieron   Dado su tema y enfoque, Todo lo que era sólido manifiesta

 fue sustituir la antigua por la potestad de ejercer incontro-  algunos huecos y ausencias curiosos. Al movimiento de los

 ladamente el albedrío político. Cambiaron las leyes no para   indignados del 15-M no le dedica más que dos páginas. El

 hacerlas mejores sino para asegurarse de que podrían actuar   sistema capitalista, por poner otro ejemplo, no entra como

 al margen de ellas. … La ruina en la que nos ahogamos hoy   tal en el diagnóstico, cosa que no deja de ser irónica a la luz

 empezó entonces: cuando la potestad de disponer del di-  de los ecos marxistas del título. Es verdad que, al comienzo


 nero público pudo ejercerse sin los mecanismos previos de   del libro, Muñoz Molina denuncia a los economistas res-

 control de las leyes” (48). Como consecuencia, “[l]as úni-  ponsables de la burbuja que acabó por explotar —“No eran

 cas carreras administrativas que se han hecho en España a   expertos en economía sino en brujería” (26)— y lamenta

 lo largo de los últimos treinta años son las de los mediocres   que nosotros, ciudadanos legos, fuéramos demasiado igno-

 arrimados a los partidos que han llegado a ocupar los pues-  rantes como para ver que ellos, los emperadores financieros

 tos más altos sin poseer ningún mérito, sin saber nada, sin   de Merrill Lynch y la Reserva Federal, estaban en realidad

 adquirir a lo largo del tiempo otra habilidad que la de simu-  tan desnudos como el del cuento. Pero Muñoz Molina ve


 lar que hacen algo o que han aprendido algo” (52).  su comportamiento como una perversión del sistema capita-

 A diferencia de los que conectan las patologías de la cul-  lista, no como un resultado natural de él. Por otra parte, no

 tura política actual con los acuerdos entre élites de los años   parecen interesarle demasiado las formas alternativas de or-

 setenta y ochenta (las leyes de amnistía, los pactos de la   ganización económica, política y social a que ha dado raíz la

 Moncloa, la restauración de la monarquía borbónica, el lla-  crisis, organizadas en torno a principios como la asamblea,

 mado pacto del olvido o silencio), Muñoz Molina defiende   la colectividad, el código abierto, la cooperativa o el bien

 los compromisos políticos de esa época y mantiene que de-  común. Si uno de los encantos del libro es su tono íntimo,

 tenerse en los conflictos y heridas del pasado sólo agrava los   personal  e  introspectivo,  también  constituye  un  discurso

 problemas. (“Está bien olvidar viejas ofensas que ya no tie-  curiosamente monológico y solitario, casi ensimismado. En


 nen remedio y rencores por agravios que cesaron hace mu-  un contexto donde la crisis ha fomentado la solidaridad, las

 cho tiempo, o que sufrieron otros…” (203)). Ante los que   cooperativas y la colaboración comunal, llama la atención

 ven la crisis económica y política de España como una ma-  que Muñoz Molina no cite a casi nadie: ni a ciudadanos,

 nifestación local de una dinámica global, Muñoz Molina   ni a intelectuales o expertos. (También es un libro alusivo:

 insiste en subrayar la esencial españolidad de los problemas   muy pocos individuos de las clases política, periodística e

 españoles. (Como el Ortega de España invertebrada, inter-  intelectual salen mencionados con pelos y señales.)

 preta la vehemencia con la que catalanes, vascos y otros re-  Como hemos visto, para Muñoz Molina los problemas


 chazan la noción de España como prueba, precisamente, de   empezaron en gran parte después de la muerte del dicta-






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