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EN: Se puede hacer un paralelismo con lo que nos sucede   tu casa tres años escribiendo un libro? Creo que un escritor

 en nuestra vida cotidiana. Si tenemos un problema habla-  puede entrar en un proceso muy paranoico, como cualquier

 mos de ello, porque el problema nos ocupa, pero si esta-  persona que está sometida a una exposición pública. Uno

 mos relativamente contentos, si el entorno no es problemá-  de los deberes de un escritor es olvidarse de esa evaluación

 tico, podemos poner la cabeza en otra cosa. Ahora que están   permanente y escucharse a sí mismo.

 ocurriendo asuntos de gravedad es imposible no mirarlos.

 Tú no miras la casa del vecino habitualmente, pero si la casa   JB: Eso enlaza con otra pregunta que quería haceros a las


 del vecino se quema, eso te obliga a mirar el incendio.  dos. Vuestros dos primeros libros fueron muy bien reseña-

         dos y tuvieron bastante impacto en el panorama español,

 JB: ¿Cómo os imagináis a vuestros lectores?  al menos entre los que nos interesamos por los nuevos es-

         critores. Por ejemplo, Vilas-Matas escribió a propósito de

 MC: Yo me doy cuenta de que estoy cambiando un poco   La ciudad en invierno que Elvira representaba “la verdade-

 y estoy pensando más en mí. Veo que ya se ha acabado el   ra vanguardia de su generación”. Me gustaría saber, desde

 tiempo de intentar tener un estilo propio, es decir, trabajar   la perspectiva de ahora, cómo os sentís con respecto a esos


 un estilo para producir una obra literaria. Ahora se trata de   primeros libros, y qué impresión os da ahora la acogida que

 poner la carne en el asador y me hace mal pensar en el hipo-  tuvieron en su momento.

 tético lector. Porque me recuerda a la educación que hemos

 recibido las mujeres, creo que las de todo el mundo, que es   MC: Cuando lo escribí no tenía ningún tipo de pretensión

 la educación para agradar. Estoy intentando desaprender a   de verlo publicado, sería lo máximo a lo que podía aspirar.

 agradar. Me parece que bastantes escritores varones no ne-  Pero no estaba resabiada. Siento que a lo mejor hay escri-

 cesitan eso en su literatura y en su persona pública, así que   tores más jóvenes en España que sí saben ya cómo funcio-

 estoy ahora intentando no pensar en a quién puedo gustar   na todo, porque son amigos en Facebook de cierto escritor,

 o a quién puedo ofender.  y tienen mucho más acceso a cómo funciona todo. Saben


         más sobre la actitud del escritor. Yo estaba en mi pequeño

 EN: Cuando eres una escritora primeriza (yo me conside-  mundo y eso pudo beneficiar al libro, creo. Yo ahora lo veo

 ro así, tengo sólo dos libros) estás pendiente del qué dirán,   un poco viejecito, algunos con un poco de fórmula de final

 y aunque no quieras hacer caso de esas voces, digamos que   que sorprenda, etc., pero también veo algo que a lo mejor

 hay determinadas imposiciones ambientales. Y yo creo que   ya no podré lograr, que era un cuidado y un respeto muy

 el proceso de un escritor pasa por olvidarte de eso y hacer lo   grande por lo literario. Y yo hablaba, como decía Elvira, de

 que tú quieras, independientemente de a quién vayas a gus-  lo que veía a mi alrededor. Ese es el mérito, o no mérito. El


 tar, como ha dicho Mercedes. Si no, ¿qué haces metido en   día a día ibérico.






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 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  1 , 2013
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