Page 660 - Revista1
P. 660
EN: Se puede hacer un paralelismo con lo que nos sucede tu casa tres años escribiendo un libro? Creo que un escritor
en nuestra vida cotidiana. Si tenemos un problema habla- puede entrar en un proceso muy paranoico, como cualquier
mos de ello, porque el problema nos ocupa, pero si esta- persona que está sometida a una exposición pública. Uno
mos relativamente contentos, si el entorno no es problemá- de los deberes de un escritor es olvidarse de esa evaluación
tico, podemos poner la cabeza en otra cosa. Ahora que están permanente y escucharse a sí mismo.
ocurriendo asuntos de gravedad es imposible no mirarlos.
Tú no miras la casa del vecino habitualmente, pero si la casa JB: Eso enlaza con otra pregunta que quería haceros a las
del vecino se quema, eso te obliga a mirar el incendio. dos. Vuestros dos primeros libros fueron muy bien reseña-
dos y tuvieron bastante impacto en el panorama español,
JB: ¿Cómo os imagináis a vuestros lectores? al menos entre los que nos interesamos por los nuevos es-
critores. Por ejemplo, Vilas-Matas escribió a propósito de
MC: Yo me doy cuenta de que estoy cambiando un poco La ciudad en invierno que Elvira representaba “la verdade-
y estoy pensando más en mí. Veo que ya se ha acabado el ra vanguardia de su generación”. Me gustaría saber, desde
tiempo de intentar tener un estilo propio, es decir, trabajar la perspectiva de ahora, cómo os sentís con respecto a esos
un estilo para producir una obra literaria. Ahora se trata de primeros libros, y qué impresión os da ahora la acogida que
poner la carne en el asador y me hace mal pensar en el hipo- tuvieron en su momento.
tético lector. Porque me recuerda a la educación que hemos
recibido las mujeres, creo que las de todo el mundo, que es MC: Cuando lo escribí no tenía ningún tipo de pretensión
la educación para agradar. Estoy intentando desaprender a de verlo publicado, sería lo máximo a lo que podía aspirar.
agradar. Me parece que bastantes escritores varones no ne- Pero no estaba resabiada. Siento que a lo mejor hay escri-
cesitan eso en su literatura y en su persona pública, así que tores más jóvenes en España que sí saben ya cómo funcio-
estoy ahora intentando no pensar en a quién puedo gustar na todo, porque son amigos en Facebook de cierto escritor,
o a quién puedo ofender. y tienen mucho más acceso a cómo funciona todo. Saben
más sobre la actitud del escritor. Yo estaba en mi pequeño
EN: Cuando eres una escritora primeriza (yo me conside- mundo y eso pudo beneficiar al libro, creo. Yo ahora lo veo
ro así, tengo sólo dos libros) estás pendiente del qué dirán, un poco viejecito, algunos con un poco de fórmula de final
y aunque no quieras hacer caso de esas voces, digamos que que sorprenda, etc., pero también veo algo que a lo mejor
hay determinadas imposiciones ambientales. Y yo creo que ya no podré lograr, que era un cuidado y un respeto muy
el proceso de un escritor pasa por olvidarte de eso y hacer lo grande por lo literario. Y yo hablaba, como decía Elvira, de
que tú quieras, independientemente de a quién vayas a gus- lo que veía a mi alrededor. Ese es el mérito, o no mérito. El
tar, como ha dicho Mercedes. Si no, ¿qué haces metido en día a día ibérico.
660 661
Revist a de alces XXI Número 1 , 2013