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del autor —Històries de la ma esquerra i altres contes (1981),                                                          ajenos al universo de Mequinenza) conforman, vía tradi-

         El café de la granota (1985) y Camí de sirga (1989)— que,                                                               ción o vía narración oral en charlas de café como tantas ve-

         unidas todas, dan la auténtica macrohistoria de Mequinen-                                                               ces confirmó Jesús Moncada, el goteo enjundioso que irá

         za, insuflando así la entidad y vida perdidas, con su paisaje,                                                          delimitando los contornos de un esqueleto de memoria y

         tan físico como vivencial, con su prolongación en el tiempo                                                             paisaje (y, por supuesto, de paisanaje) con el río Ebro y la

         y con la presencia de quienes, al habitarla, la hicieron posi-                                                          desaparecida Mequinenza como protagonistas clave. Suce-

         ble y le dieron vida.                                                                                                   de desde su primer cuento escrito, Joc de cap.  Un esquele-
                                                                                                                                                                                                                13

             Moncada, con todo ello, ofrece una “mirada múltiple”                                                                to en el que la realidad física del pasado, pese a estar explo-

         sobre el plural paisaje de una Mequinenza ya inexistente.                                                               sionada, derrumbada o anegada por imperativo hidráulico

         Y lo hace a caballo de los recuerdos, también “múltiples”,                                                              (pantano de Riba-roja, al igual que el mencionado Retrato

         sean recuerdos personales, charlas de café o acervo de la tra-                                                          de un bañista de Julio Llamazares bajo el de Riaño, que el de

         dición, para captar el alma de lo colectivo.  Busca el rescate                                                          Santoleao en la obra de Jiménez Corbatón o que el de Bú-
                                                                                   12
         de una memoria y de una vida pasada, que fueron reales y                                                                bal en Muerde el silencio de Ramón Acín) y casi apresada de-

         existieron, para que a ambas no les suceda lo mismo que a                                                               finitivamente por el olvido, retorna impecable, llena de car-


         la realidad física de los edificios y muelles de la villa, desapa-                                                      ne, y con enorme potencia en cada página de Camí de sirga

         recidos tras las explosiones y su anegamiento por las aguas                                                             (1989).

         del pantano de Riba-roja. Es una mirada múltiple que pre-                                                                   A la brevedad de los destellos que conllevan los relatos

         tende luchar contra la corriente del olvido, siempre acele-                                                             en sus dos primeros libros, y al embrionario cañamazo del

         rada cuando la fisicidad se ha desvanecido y tan sólo queda                                                             paisaje imaginario/real moncadiano (y de quienes lo pobla-

         la huella etérea de una brizna o borrosidad de los recuerdos                                                            ron) que ambos libros delinean, le sigue el estallido inten-

         que, poco a poco, además, se debilitan.                                                                                 so y múltiple de Camí de sirga, la novela que es el auténtico

             Por eso, la mayoría de los relatos de Històries de la ma es-                                                        centro del universo menquinenzano, con rasgo ya de prota-

         querra i altres contes o de El café de la granota (sólo tres son                                                        gonista total, creado por el escritor. A continuación, en las


                                                                                                                                 obras siguientes, aunque este paisaje aminore su presencia,

                                                                                                                                 cuando menos no sólo ofrece un parpadear vital, sino que,
         12  “Iba todo el día con una libretita, tomando nota de lo que le contába-

         mos” asevera Manuel Silvestre, un ex-minero mequinenzano (María Je-                                                     ensancha más ese universo cuando tiende hacia una lejanía
         sús Ibáñez “El Macondo del Ebro”. El periódico, Libros, 23 junio 2005).                                                 en el tiempo, caso de Estremida memòria (1997), o se acoge

         Aseveración que confirma el mismo escritor: “(…) llevaba mucho tiem-                                                    a un cercano presente, tal como sucede en La galeria de les
         po recopilando material, acumulando recuerdos, hablando con la gente                                                    estàtues (1992). Es lógico que, una vez dibujado al comple-

         de Mequinenza, transcribiendo y rememorando datos” (Antón Castro.
         Entrevista. “Sólo soy un contador de historias”. Entrevista. El día. Imán.

         22 octubre 1989)                                                                                                        13  Antón Castro. “Sólo soy un contador de historias”. Entrevista citada.






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                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                                       Número  1 , 2013
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