Page 512 - Revista1
P. 512

ción”, expone la escena de la manifestación de la plena pre-                                                            consumirse en su fuego interior a causa del enardecimien-

         sencia de un cuerpo unido a las emociones y los deseos más                                                              to sin límites, que provoca su belleza, y de la contingencia

         inéditos, los cuales han sido avivados durante toda una exis-                                                           del tiempo, que hace desaparecer toda duración convirtien-

         tencia y dan aún aliento a la interioridad de una voz a partir                                                          do toda materia creada en polvo y cenizas. Asistimos en-

         de la cual se desarrolla una rítmica de subjetivación a la luz                                                          tonces a la singular “consumación” amorosa, aniquiladora y

         de cuanto deja aflorar y emerger el cuerpo-imagen. La sutil                                                             transfigurativa de la belleza del cuerpo-imagen transforma-

         ambivalencia de la naturaleza de esa visión del cuerpo como                                                             do, en el segundo poema, en pura llama: la del amor vivo


         plena presencia, anclada en lo más hondo de una imagina-                                                                cuyo símbolo recorre las tradiciones místicas, en particular

         ción cuya manifestación real fue siempre anhelada, se per-                                                              la cristiana (todos pensamos naturalmente en la poesía de

         cibe ahora casi como un sueño (de ahí la interrogación del                                                              san Juan de la Cruz), la islámica (en poetas como Ibn Arabí

         sexto verso) constantemente revivido a lo largo de una vida                                                             y Djalal-ud-Din Rumí) y la judía (en obras de Moshe Sem

         y de la creación literaria. Es la magnitud de la presencia, la                                                          Tov de León, supuesto autor de El Zohar, y Abraham Abu-

         belleza y la intensidad de ese cuerpo imaginado, recreado y                                                             lafia).

         recorrido, una y otra vez, la que apoya la plurivalencia de                                                                 El poemario perfila su propia temporalidad interna —si-


         la última oración (en letra cursiva). El último verso sirve en                                                          tuada en diálogo con la temporalidad más histórica inheren-

         efecto de transición puesto que no sólo opera la unión an-                                                              te al continuum literario goytisoliano— mostrando cómo el

         titética entre el fuego interior del deseo y el aniquilador del                                                         lenguaje poético concentra, remodula y depura sus vetas

         poder represivo, como ya dijimos, sino que borra toda se-                                                               más profundas a fin de alcanzar la desnudez de una palabra

         paración entre amante y amado (entre el que arde y el que                                                               que no deja de abrirse —por medio del invisible umbral in-

         es alumbrado) e intensifica así su fuerza de transfiguración                                                            corporado en ella— sobre lo otro y la radical perplejidad

         para dar lugar, en el segundo poema, a una mayor concen-                                                                del goce-dolor erótico antes de fusionar con la nada. De

         tración y condensación mediante el símbolo de la llama en                                                               este modo, el símbolo místico de la llama se encuentra rese-

         que se ha transfigurado ese cuerpo-imagen tras su condena-                                                              mantizado para devenir un “cuerpo ciego” completamente


         ción y, a la vez, fusión con el otro y su más íntimo amor.                                                              invadido por el enardecimiento del devastador deseo amo-

             El paralelismo casi geométrico discernible en la prime-                                                             roso y, por eso, es ya pura transparencia:

         ra expresión con la cual se inicia el segundo poema, “Ardor

         de la consumación”, como estricto eco, respuesta y conti-                                                                      Ardor de la consumación

         nuación, de la escenografía presente en el primero median-                                                                     ¿Por qué ese cuerpo ciego,

         te la manifestación todopoderosa del cuerpo-imagen capaz                                                                       la llama
                                                                                                                                        que brota desde dentro,
         de modificarlo todo (la imaginación, el sueño, la palabra y                                                                    la mano que dispensa


         la vida), refuerza la inevitable condenación de ese cuerpo a                                                                   el goce y el dolor? (Goytisolo, Ardores 10)






      512                                                                                                                                                                                                                             513
                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                                       Número  1 , 2013
   507   508   509   510   511   512   513   514   515   516   517