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tar que la literatura o la ficción supone una “plusvalía”, aña-
de otro valor, suma información, enriquece el saber—. Así,
para justificar una conducta social inapropiada, la vicepresi-
denta razona que no siempre puede uno conservar la calma,
porque tal vez haya que reaccionar frente a determinadas
conductas: “Había levantado la voz a una directora general
delante de cinco personas. No debió haberlo hecho. […]
Pero en los últimos tiempos dudaba. […]¿Podía lo correcto
compensar no lo incorrecto sino el lento hundimiento de
todo?” (Gopegui, Acceso 97). Y por ello lo ilustra con el co-
nocido ejemplo de la historia de la rana que al ser arrojada
a una olla hirviendo salta, y en cambio si está en la olla y la
temperatura sube lentamente, muere sin reaccionar a tiem-
po. (Gopegui, Acceso 98)
En el caso de esta novela las referencias al campo de la in-
formática serán constantes. Y Crisma será quien recurra con
frecuencia a ejemplos que tendrán en cuenta su saber. Así
alecciona al abogado sobre cómo contactar con la vicepresi-
denta utilizando metafóricamente el concepto de “ingenie-
ría inversa”:
Acércate a ella si quieres. Yo lo haría. Pero no le hables de mí.
Tendrás que tener muchísimo cuidado para no espantarla, vol-
ver a practicar la ingeniería inversa, ya sabes, averiguar de qué
está hecho y cómo funciona algo que todo el mundo ve de tal
forma que lo puedas llegar a comprender, modificar e inclu-
so mejorar. En tu caso supongo que sería estudiar sus pautas
de comportamiento: establecer las costumbres de una vicepresi-
denta sin oír lo que dice por teléfono ni lo que piensa, pero sí,
a lo mejor, lo que escribe y lo que busca cuando está sola. (Go-
pegui, Acceso 90)
O reflexiona sobre su falta de narcisismo cuando afirma:
“No me intereso mucho a mí mismo. Eso me deja espacio
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libre, aumenta mi capacidad de procesar”. (Gopegui, Acceso
173). Aunque también el abogado es capaz de pensar en la
fuerza del colectivo como una fuerza de rozamiento:
Rasgar un folio es fácil, en cambio si pones cincuenta no es cin-
cuenta veces más difícil sino mucho más, pues junto a la fuerza
que hay que hacer para rasgar las hojas, hay que vencer el roza-
miento entre ellas, y esa fuerza extra necesaria es grande. ¿Re-
cuerdas las batallas antiguas? Los soldados se agrupaban forman-
do cuadrados, lo importante era el grosor, cuántas filas seguidas
había en cada lado, porque de una en una las personas caen, y
de una en una se rasgan las sábanas, pero si enrollas la sábana
uniendo sus pliegues podrá sujetar casi cualquier peso, vencer
la fuerza de rozamiento entre los pliegues es mucho más difícil.
(Gopegui, Acceso 218)
En sentido inverso, es posible describir líricamente un con-
cepto científico, como el funcionamiento de Internet:
Los bits viajaban por cables y por ondas. De cerebro a cerebro
una suave neblina de gotas pequeñas, imaginarias, se extendía
por la ciudad, atravesaba rejillas y ventanas y entraba en los co-
razones. (Gopegui, Acceso 13)
O de los programas informáticos:
Los programas […] esas copias de un trozo de mente en un esta-
do preciso, esos protocolos de actuación capaces de alimentarse
con energía eléctrica y funcionar, dentro de sus reglas, a una ve-
locidad insólita, inalcanzable para la mente original. (Gopegui,
Acceso 52)
Conclusiones
La literatura como conocimiento es uno de los presupues-
tos poéticos que hemos señalado especialmente a propósi-
to de la intertextualidad y la utilización del saber científico
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Número 1 , 2013