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intervención política al margen del sistema a través de In- pudo sortear mucho mejor Javier Cercas en Anatomía de un
ternet, el 15M ha sido definido como un movimiento que instante: “las zonas de sombra que están vedadas a un histo-
“se caracterizaba por la falta de líderes, la horizontalidad ra- riador las ilumina con el talento conjetural (e imaginativo)
dical y la convivencia de distintas ideologías […] se había del escritor”. (Gracia y Ródenas 916) El doble rasero con el
organizado, tanto logística como ideológicamente, a través que se juzga ambas obras resulta revelador. Y es que, como
de Internet” (González 160). ¿Se trata por lo tanto, de una recuerda Fredric Jameson
novela profética por plantear el movimiento 15M antes de
que se materializara? Creemos que la realidad en este caso una de las consecuencias del desmantelamiento de los grandes
relatos es la inexpugnabilidad del actual modelo socio-econó-
confirma el acierto de la concepción literaria defendida por mico. Si bien es cierto que parece asumirse su carencia de legiti-
Gopegui en el sentido de que su conexión con la realidad mación, resulta paradójico que, lejos de ser objeto de una crítica
resulta reveladora de la misma, descubre las contradiccio- real, los ataques más feroces vayan precisamente dirigidos con-
nes de su época como sólo lo logran los autores que llegan tra cualquier alternativa teórica que se le plantee.[…]Cuando
a trascenderla precisamente porque logran captar lo esen- afronta la tarea de pensar las formas de organización socio-po-
líticas y económicas, el propio ejercicio crítico reflexivo parece
cial de su funcionamiento. Al fin y al cabo, como reconocen estar bajo sospecha. (Jameson 34)
Jordi Gracia y Domingo Ródenas:
En España, según Guillem Martínez, ese intento de las es-
Ha quedado obsoleta la vieja asociación entre compromiso, pan- tructuras económicas y políticas de modular la cultura para
fleto y tosquedad artística, y el compromiso no es precisamente eliminar la explicitación de contradicciones es más activa y
una mancha literaria si se aplica a la voluntad de desarmar los
embustes heredados con respecto al pasado o a la mirada crítica tiene más participación política, porque constituye el mo-
sobre la construcción democrática del presente. (Gracia y Ró- delo que se impuso en la transición. La cultura de la transi-
denas 916) ción se caracteriza, según Amador Fernández-Savater, por la
presencia de tres rasgos definitorios: ser “consensual”, “des-
Aunque sucede que asumir ese compromiso, para uno de problematizadora” y “despolitizadora”. Obviamente, la no-
los dos autores anteriores, resta mérito literario: “Meter la vela se aparta de lo consensuado como “admisible” al plan-
nariz del novelista en el espacio privado e incluso doméstico tear el “problema” de cómo organizar la vida en común al
del poder y tratar de recrear la intimidad, las convicciones margen de lo autorizado, lo cual es una posición claramente
y la vida del primer nivel de la política es un propósito sui- política. La obra de Belén Gopegui forma parte de un pro-
cida.” (Gracia “Avatares”). Al parecer, la inverosimilitud de yecto narrativo que se aparta de la cultura de la transición.
la recreación ficcional de ese “primer nivel de la política” la Se distingue por ser una propuesta rigurosa, ambiciosa y
auténticamente renovadora del panorama literario español.
que debe mostrar un modo de intervención en la realidad, singularmen-
te una acción política posible.
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013