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Martina en Deseo de ser punk, una ira que la vikinga recono-                                                                   se sentía personaje, supuso que en la vida de cada persona ha-

         ce muy bien, como víctima de violencia machista:                                                                               bría momentos, incluso rachas en las que se percibe el roce de
                                                                                                                                        lo excepcional, una mirada que observa la propia vida porque

                                                                                                                                        sabe o intuye que va a producirse el acontecimiento. (Gopegui,
                —¿Por qué estás tan furioso? —preguntó ella.                                                                            Acceso 142)

                —¿Yo furioso? Si siempre he sido el bueno, en mi casa, en el co-
                legio, en todas partes.                                                                                          Pero ese tipo de héroes no tiene sentido en la sociedad ac-

                —Estás furioso. Nadie que no lo estuviera se empeñaría tanto
                como tú en acabar con esto.                                                                                      tual, por eso se equivoca el abogado al emular a un super-

                —¿Qué harían entonces? ¿Ceder y ceder, dejarse arrinconar y                                                      héroe de cómic —el virus que deja a Amaya y a Crisma re-

                luego ver cómo te echan a la basura? ¿Y tú? (Gopegui, Acceso                                                     presenta icónicamente a Batman— porque no lo es y por
                225)                                                                                                             eso muere. Por otra parte, sólo cuando abandona el poder,

                                                                                                                                 la vicepresidenta realiza una acción política coherente con

         Pero esa ira, puede ser emancipadora, porque impulsa al jo-                                                             sus principios —es decir, cuando ya no arriesga su privile-

         ven, no sólo a huir de sus perseguidores, sino a enfrentarse                                                            giada posición. Y el efecto de su discurso es efímero: “Tras


         a ellos y en su lucha implicará a más gente. Se plasma así la                                                           dos días de titulares y cierto revuelo mediático, el discur-

         rehabilitación de la ira llevada a cabo por Žižek, quien con-                                                           so de la vicepresidenta cayó en el olvido” (Gopegui, Acce-

         sidera el resentimiento una expresión del rechazo a “norma-                                                             so 315). Porque el nuevo héroe no es un individuo sino un

         lizar” el crimen (Žižek 326), un acto de emancipación que                                                               colectivo: la “flecha”, integrada por ciudadanos anónimos

         persigue la justicia.                                                                                                   dispuestos a organizarse y relevarse en un propósito común.

             Aparentemente, tanto la vicepresidenta como el aboga-                                                               Lo contrario del nepotismo que genera el poder: relaciones

         do son los protagonistas de la narración. A partir de su pri-                                                           personales establecidas por puro interés personal, las úni-

         mer contacto internáutico, sus historias se cruzan. El abo-                                                             cas relaciones que genera el sistema, y que se reflejan iró-

         gado adoptará una identidad, la “flecha” que permitirá a la                                                             nicamente en la novela al vincular sentimentalmente a los


         vicepresidenta recobrar su individualidad, ser Julia Montes,                                                            personajes afines al poder, mientras que en los márgenes, al

         una política que tuvo ideales. El final de sus historias vuelve                                                         abrigo de Internet, se crea una red de relaciones entre des-

         a converger cuando Julia Montes reaccione públicamente                                                                  conocidos que resultará más fecunda.

         gracias al apoyo sostenido de esa fingida identidad que ha-                                                                 La creación de un personaje colectivo que funciona como

         bía creado el abogado. Tanto la vicepresidenta como el abo-                                                             ente individual y abstracto aparece en tres de sus novelas:

         gado encarnarían al héroe “histórico” propio de la novela                                                               Lo real, El Padre de Blancanieves y Acceso no autorizado. El

         anterior al siglo XXI: “esos seres que se debatían y luchaban                                                           “coro de asalariados de renta media” de Lo real, la “Asam-


         por ellos mismos y por el bien de su sociedad como meta fi-                                                             blea” de El Padre de Blancanieves y la “flecha” de Acceso no

         nal” (Encinar 30). Así, el abogado                                                                                      autorizado se caracterizan por constituir un personaje con







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