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ción, canal y contexto compartido. Encontramos diálogos la variación del tema en muchas y diversas voces, un polivoca-
entre personajes que hablan en un bar, durante un paseo, o lismo y heterovocalismo fundamental e insustituible del tema.
incluso a bordo de un helicóptero, en situaciones de orali- (Bajtin 194)
dad típicas, pero también aparecen conversaciones telefóni-
cas —las de Crisma con su madre, o la fallida con su herma- 3. La Historia en la historia
na en la que responde con silencio por no poder empezar a
hablar—, conversaciones imaginarias —las que sostiene la No se concreta el año en que sucede el relato, sólo los me-
vicepresidenta con “la flecha”, y que justifica la identifica- ses, lo que permite periodizar la duración de la historia en
ción con su conciencia moral y psíquica— y, las menos ha- alrededor de cuarenta semanas, el tiempo de una gestación
bituales por responder a un reflejo de la actualidad, las con- humana. El alumbramiento, la revelación —tal vez tardía—
versaciones internáuticas, conocidas como “chateo”. Y es de la vicepresidenta cesada es la conciencia del escaso o nulo
que esta última modalidad es una fusión de lo epistolar y lo poder que ha podido ejercer contra su voluntad. No se con-
conversacional —un diálogo escrito en tiempo real, no di- creta el año, porque el mecanismo del poder que la histo-
ferido—. La tecnología ha permitido que las diferencias en- ria relata es inherente a la democracia tal como la conoce-
tre oralidad y escritura sean cada vez menos obvias. La no- mos. No obstante, es posible relacionar algunos personajes
vela incorpora la posibilidad, inusual y muy actual, de que y acontecimientos relatados con los hechos históricos.
se establezca un diálogo entre dos individuos que nunca se En primer lugar, naturalmente, el correlato entre la vice-
han visto, algo inaudito e imposible antes de Internet. La presidenta del gobierno Julia Montes y Maria Teresa Fernán-
vicepresidenta se ve seducida por el abogado que se ha to- dez de la Vega es tan obvio que ha surgido continuamente
mado la molestia de introducirse en el disco duro de su or- en todas las reseñas que comentaron el libro. La primera vi-
denador —la metáfora entre disco duro y alma, es obvia—, cepresidenta de un gobierno español socialista, la que más
para conocerla y así emplear el discurso adecuado. duró en el cargo y se vio relegada por otras figuras que lle-
En definitiva, se trata de un discurso polifónico tal como garon a sustituirla en el poder. El ministro del Interior be-
lo enuncia Bajtin como “principio de estructuración” en el neficiado por esa destitución fue, como es sabido Alfredo
que Pérez Rubalcaba, Álvaro, en la novela. Luciano Gómez es
Luis Gómez Llorente quien lideró la oposición contra Feli-
está presente la intersección, consonancia o interrupción de las pe González en el Congreso del partido de 1979 en la que
réplicas del diálogo abierto mediante las réplicas del diálogo in- se decidió el abandono del marxismo. El “presidente”, no
terno de los héroes. En todas partes existe un determinado con- puede ser otro que José Luis Rodríguez Zapatero, quien en
junto de ideas, pensamientos y palabras que se conduce a través
de varias voces separadas sonando en cada una de ellas de una la novela carece de nombre propio y resulta una figura es-
manera diferente. (…) el objeto de su intención es precisamente quiva, carente de perfil, que finalmente revelará su cínica
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013