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sucesivamente las secuencias con la indicación temporal en                                                                     The essentially  dialogic  nature  of  Gopegui’s  work  is  reflect-

         cursiva hasta que la historia del abogado llega a encontrar-                                                                   ed  in  the  fact  that  the  subtlety  of  ideas  articulated  neces-

         se con la de la vicepresidenta y asistimos a un relato “repe-                                                                  sarily  solicits  the  reader’s  active  participation  in  the  con-
                                                                                                                                        struction  of  meaning,  in  particular  when  faced  with  the
         titivo” —en el sentido que le da Genette a la analepsis que                                                                    novels’ endings, which refrain from prescribing solutions. (209)

         vuelve sobre sí misma de modo explícito (Garrido 169)—.

         Se trataría pues de un fragmento que responde a la llama-                                                                      La naturaleza dialógica esencial del trabajo de Gopegui se refleja

         da focalización interna múltiple. Otra cuestión significati-                                                                   en el hecho de que la sutileza de las ideas articuladas necesaria-


         va nos parece la alternancia casi simétrica entre las historias                                                                mente solicitan la participación activa del lector en la construc-

         de la vicepresidenta y el abogado con Crisma. A las catorce                                                                    ción del significado, en particular cuando afronta los finales de
                                                                                                                                        las novelas, el cual evita prescribir soluciones.
         secuencias protagonizadas por ella, le corresponden catorce

         que no. Y de esas catorce centradas en la historia del hacker                                                           Destacan los diálogos, imaginarios o no, que la vicepresi-

         y su abogado, tan sólo una incluye a un personaje distinto:                                                             denta sostiene con la “flecha”, convertida ya en su concien-

         el “Irlandés”, un sicario que trabaja tanto para el presidente                                                          cia, y los que tiene ésta con su viejo amigo Luciano o con

         de un banco como para el ministro del Interior. Se apunta                                                               el presidente en los que suele debatir la importancia de ser


         ya, la conexión que se desarrollará más tarde entre el poder                                                            fiel a los principios ideológicos y el margen de acción polí-

         económico —la banca—, el político —el ministro—, y la                                                                   tica que permite el sistema. Aunque otros personajes tam-

         mafia —el Irlandés—.                                                                                                    bién discuten sobre temas similares que remiten en el fondo

             En la segunda parte aumentan los personajes y la trama                                                              a esa búsqueda existencial del sentido de la vida. Así Curto

         se va imbricando estableciendo las conexiones menciona-                                                                 y el abogado, Crisma y la vikinga e incluso el Irlandés con

         das entre la mafia y el poder político y financiero. De nue-                                                            su “jefe” capitalista. No se trata, pues, de una cuestión que

         vo este enredo se plantea literariamente al establecer relacio-                                                         pueda restringirse a un solo personaje. Y como el diálogo se

         nes personales entre todos los personajes. Es la parte en la                                                            entiende como acción, no podemos inferir que se trate de

         que predominarán claramente las escenas por la frecuencia                                                               la parte en la que nada sucede. Los personajes van posicio-


         de diálogos que la integran. Con ello se ralentiza y densifica                                                          nándose al hablar y por ello actuarán resolutivamente con

         la acción narrativa. Muestra la complejidad de la trama en                                                              auténtica decisión cuando los acontecimientos se precipiten

         su vertiente ideológica ya que buena parte de estos diálogos                                                            al final.

         debaten en realidad actitudes éticas, posturas vitales.                                                                     La disposición de las secuencias permite la anacronía y la

             El diálogo como modo de indagación filosófica, rasgo de                                                             variedad de perspectivas. Son recursos que apelan al lector

         la obra narrativa de Gopegui, aparece a menudo en la nove-                                                              —estimulando su curiosidad, activando su interés por la

         la. Como recuerda Hayley Rabanal:                                                                                       intriga—, favorecen el incremento del suspense que culmi-

                                                                                                                                 nará en un desenlace que probablemente romperá con las







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