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expectativas de lectura convencional de un thriller: en apa- afrontado. Nadie podría reprocharles un instante de dejadez.
riencia, no hay una victoria clara de los protagonistas frente Pero a veces veo mi propia historia y creo, con violenta ingenui-
a sus enemigos. La tercera parte implica una condensación dad, con desesperación y con una energía que ni siquiera sé si
me pertenece, creo que no soy narrada, que podría tomar im-
de los acontecimientos en la que el desenlace lo constituye pulso y dar comienzo a algo no previsto. (Gopegui, Acceso 84)
un alegato dirigido a un público al que es difícil llegar por-
que los medios están al servicio de un sistema que impiden O cuando el abogado trata de explicarse su historia, su vida,
que pueda oírse el mensaje. Sin embargo, el colectivo anó- alterna la tercera persona con la primera de manera que
nimo conectado a la red permite que el discurso pueda oír- los fragmentos más íntimos, la reproducción directa de los
se. Es por eso, que debemos interpretar el final en el sentido pensamientos del protagonista, no se indica formalmente
del éxito de los principios que suscriben los protagonistas. con comillas, porque es una gradación de ese estilo indirec-
Triunfa un modo de hacer colectivo, triunfa “Anonymous”, to libre que prevalece:
un nuevo héroe para el nuevo siglo. El alegato final se dirige Él sabía que su madre no estaba allí, no cenaba con él ni tampo-
al lector, que deviene el auténtico narratario del discurso de co en ningún otro sitio cultivando una vida aparte, tal vez sim-
la vicepresidenta y que debe continuar la lucha que los per- plemente dormía por dentro, era una fruta desecada a la espera
sonajes han iniciado trasladándola a la realidad. de algo que le haría recuperar su verdadera naturaleza, pero no
En cuanto a la voz y la visión narrativa, prevalece el na- disponía de ese algo. Debí haber abandonado la facultad y ha-
rrador extra-heterodiegético: una voz narrativa externa, en ber encontrado un trabajo seguro permitiendo así que dejase de
trabajar. No lo hice, fue fácil justificarme: ella no lo habría per-
la que, sin embargo se introduce con frecuencia el punto de mitido, quería que terminara: si yo esperaba podría ganar lo su-
vista de distintos personajes a los que a menudo cede su voz ficiente para acabar de pagar la casa y mantenernos; si en cam-
el narrador externo. Estos fragmentos a menudo enuncian bio buscaba un trabajo basura, ni siquiera podría mantenerme a
mediante estilo indirecto libre los pensamientos de los per- mí mismo. (Gopegui, Acceso 203-204)
sonajes, cambiando la persona gramatical de tercera a pri- Es perceptible, en los fragmentos que citamos, el uso de la
mera, profundizando en su intimidad. El fragmento que re- primera persona para remarcar la conciencia culpable de los
producimos como ejemplo de esta modalización del punto personajes. Así, el narrador extra-heterodiegético permite
de vista es elocuente porque parece responder metaliteraria- la reproducción de los pensamientos y diálogos imagina-
mente al deseo del personaje de adquirir existencia a través rios de los personajes mediante el estilo indirecto libre. El
de un narrador que dé cuenta de sus actos: “discurso restituido” —según Genette (citado en Garrido
La vicepresidenta no contestó. Tal vez quería creerlo. El día a 254)— integra el punto de vista interno, y logra que la fo-
día, cumplir con él. ¿No es mucho, no es todo? Si desplegara calización variable predomine en la narración.
sobre una pizarra lo que ella y su equipo hacían en una sema- Los diálogos pueden diferenciarse según un criterio prag-
na quedaría abrumadoramente cubierta por asuntos que había mático atendiendo a las condiciones de producción, recep-
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013