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que además ejemplifican, notoriamente por medio del uso                                                                 alentadoras “Ánimo, que ya estamos muy cerca de alcanzar

         incongruente de cargamento —sustantivo que implica una                                                                  el objetivo del déficit” [fig. 10].

         dimensión material que hace resaltar la virtualidad de esas

         cifras—, la falta de vínculo entre finanza y economía real.

             Por otra parte, toman prestados una imaginería inspirada


         en el cine de géneros de Hollywood (películas del Oeste, de

         terror, de catástrofe) para traducir visualmente esta idea de

         sacrificio, que a veces se imponen las propias víctimas. En

         estos casos es la imagen, y su potencial crudeza, la que crea

         el choque, al ser asociada por el lectoespectador con un re-

         pertorio interiorizado de secuencias cinematográficas escri-













                                                                                                                                        Fig. 10, J. R. Mora, 23/10/11




                                                                                                                                     En otra de El Roto, no se ve la sangre pero bien se pue-

                                                                                                                                 de imaginar: sorprendentemente, en lo que iba a ser una

                                                                                                                                 representación más del poderoso —como siempre hombre

                                                                                                                                 y blanco— en plano medio, la cabeza se ve sustituida por

                                                                                                                                 unas mandíbulas manchadas de rojo, a juego con la corbata,


                                                                                                                                 de un tiburón (en su novela Providence de 2009, Juan Fran-

                                                                                                                                 cisco Ferré utiliza también el terror que infundió la película


                Fig. 9, J. R. Mora, 01/06/12                                                                                     Tiburón de Steven Spielberg a varias generaciones para des-
                                                                                                                                 plazarlo a un terreno más político y antiliberal). La alegoría

         tas para generar angustias. En una viñeta de Mora, un per-                                                              de la crueldad, que iconiza una metáfora animalizadora de

         sonaje que evoca a un hacendado (del que solo se ven las                                                                calado satírico “tiburón de las finanzas” se ve duplicada por

         piernas y un zapato con espuelas) montado en un hermo-                                                                  el cinismo, la falta de compasión y el narcisismo del texto

         so caballo (con patas sanas), tira de una cuerda un segmen-                                                             que se le atribuye: “La mitad de los beneficios de las dente-


         to de pierna humana arrancada al que dirige esas palabras                                                               lladas se me va en dentistas” [fig. 11].






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                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                                       Número  1 , 2013
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