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una función de la producción/poiesis, ya sea humana o no—. cisamente la escisión entre el trabajo, por un lado, y la poiesis
El sonado “nuevo materialismo,” como lo llama Marx en el y la praxis, por otro, la que define la condición de enajena-
mismo ensayo, no consiste en una simple inversión de la cau- ción, caracterizada por la cosificación, la mercantilización, la
salidad entre materia y conciencia, y la consiguiente prima- plusvalía, etc. Por eso, Hardt y Negri reivindican lo que ellos
cía de aquélla sobre ésta, sino en la integración de medios y llaman el “trabajo vivo,” esto es, el esfuerzo humano primor-
abstracciones, condiciones y representaciones. Se trata, en dialque el capitalismo busca, mediante una objetivización
palabras de Etiènne Balibar, de “la tesis revolucionaria de deshumanizante, re ducir a una función de su propia maqui-
que la praxis entra continuamente en el ámbito de la poiesis” naria. La pura fisicalidad humana del trabajo como condi-
(41), y que ambas se transforman necesariamente en para- ción anterior a su incorporación representa, según ellos, un
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lelo. Cabe señalar aquí la llamativa diferencia entre los tex- antagonismo interno al sistema, algo radicalmente irredu-
tos de Marx y la apropiación que a lo largo del siglo veinte se cible. “Nuestras capacidades creativas son siempre mayores
hace de ellos, particularmente en la teoría literaria, que suele que nuestro trabajo tal y como éste se entiende desde la pers-
partir de la noción de conciencia. En cambio, el nuevo mate- pectiva del capital” (Hardt y Negri 146; énfasis mío). Es de-
rialismo presentado por Marx bajo el signo de la poiesis pos- cir, la productividad de la vida biológica como tal es a la vez
tula directamente el comienzo de una nueva relación con la necesaria y excesiva con respecto al capital (146).
fisicalidad y socialidad del entorno. La producción artística Con razón los teóricos de la biopolítica ven similitudes
sería, pues, una instancia de productividad entre muchas que entre la noción de “trabajo vivo” y la de “vida nuda” elabo-
efectuarían el cambio reflejándolo. rada por Agamben. Ambas se refieren a su manera al simple
El verdadero mecanismo de este “nuevo materialismo” hecho de la vida biológica o zoe que no tiene inteligibilidad
poietico, según Marx, es el trabajo, esa tercera y despresti- dentro de la polis; que no tiene bios. En sus escritos sobre
giada categoría teorizada por los griegos en oposición a la la literatura y el arte en concreto, Agamben, frente a la es-
praxis y la poiesis. Aristóteles deplora el trabajo como algo cisión moderna entre bios y zoe y la consiguiente exclusión
infrahumano, incluso animalístico, asociado con los escla- de “vida nuda,” aboga por una revalorización de la noción de
vos. Para Marx, en cambio, el trabajo tiene un lugar privile- poiesis. En su ensayo titulado El hombre sin contentido, el fi-
giado siendo el espacio de confluencia entre poiesis y praxis. lósofo italiano recalca la tríada aristotélica de poiesis, praxis
Si bien para Aristóteles la poiesis se define por su indepen- y trabajo, pero cuestionando, al igual que Marx, la exclusión
dencia ontológica de los medios físicos que la realizan, Marx del trabajo de la polis. Según Agamben, las artes en sí no han
afirma que el trabajo es en sí poietico. El obrero y el esclavo, sido por lo general un espacio contestatario o exterior a la
al igual que el artista y el filósofo, crean y producen, y es pre- modernidad. Al revés, han sido un reflejo y cómplice de la
metafísica de la voluntad moderna y, por extensión, un dis-
1 Todas las traducciones de citas de otros idiomas son mías. positivo de la gobernación económica. Las artes han sido,
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012