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reforzó grandemente a raíz de los sucesos de 1965 —es de-  Esta colección de medios de difusión y lugares de encuen-

 cir, tras su expulsión de la universidad junto a otros profe-  tro y discusión posibilitará que Aranguren y los integran-

 sores por prestar apoyo a las protestas de los estudiantes—.   tes de su nódulo lleguen a tener un gran impacto cultural y

 En su reconstrucción del campo filosófico de la Transición,    político (166).

 Vázquez García mantiene que, con el tiempo —y sobre   La proyección pública del nódulo se ve favorecida, ade-

 todo una vez readmitido nuestro filósofo en la universidad   más, por otro rasgo peculiar, su multipolaridad. Con esto

 (1976)— el “nódulo Aranguren” llegará en los años ochenta   se quiere decir que los filósofos y pensadores integrantes del


 del pasado siglo a llenar “casi en su totalidad el espacio de   nódulo se fueron organizando dinámicamente en tres sec-

 atención” del campo filosófico español. Con otras palabras,   tores con énfasis diferenciados: uno con mayor orientación

 se convirtió en el núcleo hegemónico dentro de ese campo   religiosa, otro científica y un último sector “vinculado al co-

 (168). No se trata tanto de que estemos hablando de la in-  nocimiento de la literatura y a la familiaridad con las artes

 fluencia de un gran pensador, sino más bien, recordando la   plásticas” (164). Esta estructura permitió a los miembros del

 labor pública de Ortega, de la “marca o ‘carisma’” que Aran-  nódulo impactar multidireccionalmente en la sociedad espa-

 guren terminará por representar, “gracias al trabajo simbó-  ñola durante los años de la Transición y con posterioridad,


 lico y al capital social acumulado por sus seguidores” (158).   como se puede observar por la acumulación de capital polí-

 En todo caso, su influencia llegará a ser de tal calibre que al-  tico  y la participación mediática, sobre todo periodística,
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 gunos comentaristas presentarán a nuestro publicista como   de sus miembros —fenómeno éste último que se va incre-

 el “‘maestro’ de la Transición Política” (158).  mentando al pasar desde el “polo religioso al científico y de

 Para entender esta influencia, hay que considerar que lo   éste al artístico”—. Añade Vázquez García que esta voluntad

 que Vázquez García denomina “nódulo Aranguren” consis-  de intervención pública manifiesta una “disposición arraiga-

 te en una “tupida trama de apoyos mutuos entrecruzados,   da en la tradición de Ortega y repudiada (tildada de ‘opinio-

 un circuito de capital social y simbólico y de comunicación   nismo’, ‘ideologismo’ e ‘impureza’) por los filósofos de la red

 filosófica permanente” (166). Esta trama no sólo está inte-  oficial”  (Vázquez 186).
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 grada por profesionales de la filosofía, sino por otros mu-

 chos agentes sociales, entre los que cabe incluir editoriales

 (Taurus, Alianza Editorial, Espasa  Calpe, Tecnos, Anthro-  21  Varios miembros del nódulo (Pedro Cerezo, Miguel Angel Quintani-

 pos, Anagrama y Destino), revistas (Cuadernos para el Diá-  lla, Ramón Vargas-Machuca, Gregorio Peces-Barba, Victoria Camps y

 logo, Revista de Occidente, Sistema, Theoria, etc.), perio-  Xavier Rubert de Ventós) llegaron a obtener actas de diputado bajo las
         siglas del P.S.O.E.-P.S.C. (Vázquez García 171).
 distas (por ejemplo, Javier Pradera), periódicos (El País) y

 otros tipos de instituciones (el Instituto Fe y Secularidad,    22  En la descripción que Vázquez García  ofrece del campo filosófico


 la Fundación Ebert, el Instituto Alemán de Madrid, etc.).   alrededor de los años de la Transición, la “red oficial” incluye varios nódulos
         —el opusdeísta, el de Gustavo Bueno, el de Manuel Garrido y el Rábade-




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